Un rosario de episodios violentos empaña las verbenas de la comarca

La Voz CARBALLO/LA VOZ.

CARBALLO

17 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La combinación de juventud, alcohol y fiesta nocturna, aderezada con una dosis importante de falta de civismo, está complicando el desarrollo de las celebraciones en varias localidades de la comarca.

Aunque por el momento se han registrado pocos incidentes con consecuencias graves, empieza a planear sobre la zona un clima de violencia, y rara es la verbena que no acaba con un algún encontronazo que va más allá de las palabras.

En la gran mayoría de los casos, los implicados no llegan a denunciar los hechos, con lo que limitan la capacidad de actuación de la Guardia Civil, pero enturbian las fiestas e incomodan al resto de las personas que quieren disfrutar de sus momentos de ocio con tranquilidad.

En los últimos días se han producido incidentes en Berdillo, durante las celebraciones de San Lourenzo, en las que se enfrentaron a golpes dos grupos de jóvenes; en Laxe, donde, al margen de escaramuzas menores, se registró una violenta pelea entre varios feriantes, y en Agualada, donde un joven sufrió un corte profundo en la cara.

Por otra parte, en Cee este domingo los agentes municipales y los sanitarios del 061 tuvieron que lidiar con un vecino de Muxía, totalmente fuera de control, que ofrecía resistencia para ser atendido pese a las lesiones que tenía en la cara. Según informaron fuentes policiales, el joven podría haberse causado él mismo las heridas durante su vagar errante por las calles de la localidad, que se extendió desde la madrugada hasta finalizada la sesión vermú, cuando la plaza del Mercado se encontraba repleta de visitantes.

En algunos de estos casos, los guardias tienen identificados a los responsables y no se descartan detenciones o imputaciones delictivas en los próximos días.

Además de los actos violentos, durante la Xunqueira de Cee, donde la Guardia Civil de Tráfico realizó controles de alcoholemia exhaustivos con decenas de denuncias, se produjo un episodio relacionado con la circulación que puso en peligro la seguridad de los viandantes. Según informaron fuentes policiales, el conductor de un Renault Clio fue interceptado el sábado por la tarde mientras conducía de forma temeraria por la zona de la Marina. Después de hacer varios trompos con el vehículo, los agentes lo pararon y lo sometieron a la prueba del etilómetro. Arrojó un resultado superior a los 0,90 gramos de alcohol por litro de aire expirado.