La expedición De Cabo a Cabo llega hoy a su fin en Fisterra, tras salir de la punta de Cornualles, en Inglaterra, el pasado día 24. En una semana, las más de 80 personas (conductores, acompañantes y miembros de la organización) que integran la expedición han recorrido las carreteras inglesas, han cruzado el Cantábrico en ferry desde Plymouth hasta llegar a Santander, han paseado a velocidad limitada por el norte de España (con parada, por ejemplo, en Laguardia, el bello enclave de la Rioja alavesa) y hoy llegarán a la punta del cabo Fisterra. Porque de eso se trata, desde hace siete años, de unir en vehículos antiguos las puntas más occidentales de Europa, pero siempre partiendo de Cornualles, que es la Fisterra inglesa. Ese es el origen de su nombre, en inglés: Cape to Cape .
A los integrantes de la marcha les une su afición al automovilismo, la amistad, y también fines solidarios, ya que con esta iniciativa recaudan fondos para la lucha contra el cáncer, gracias a sus aportaciones o a las que realizan los patrocinadores que lo desean.
En los viajes anteriores recaudaron más de 300.000 libras esterlinas (al cambio actual, poco más en euros), y en la actual edición confían en reunir unas 40.000. Al principio, el destinatario era un centro de parapléjicos, y ahora también recibirá sus donaciones un centro para disfunciones neuronales.
Dos de las viajeras son Barbara Morris, de 73 años, y Vicki Holliday, de 57, a bordo de un Singer Roadster del 53 apodado Madge . Salieron de Inglaterra muy ilusionadas con el viaje, y ayer parecían estarlo en el mensaje que anunciaba su llegada.