El abandono de barcos, una práctica que se repite

M. V.

VIMIANZO

01 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La historia del noruego Oystein Midtsundstad es bastante extraña, pero no tanto como pudiese parecer. Es rara, porque el marinero ha desaparecido, pero lo cierto es que el abandono de barcos se está convirtiendo en una práctica habitual en Camariñas.

Los responsables del Club Náutico no pueden retirar el Loffen , como tampoco pueden deshacerse del Lady Gina, que mide 14 metros de eslora y pesa 24 toneladas, y del Plus One (11 metros de eslora y 19 toneladas), propiedad de un armador inglés, que llevan atracados en los pantalanes de la entidad desde el 2005. Su dueño, David Butcher, residente en Serramo (Vimianzo), pagó puntualmente las tasas de atraque hasta el 2007, pero ese año dejó de cumplir con los abonos. Desde entonces adeuda más de 3.000 euros al Club Náutico, que no puede tocar las embarcaciones y que lo único que puede hacer es ver cómo se incrementa la factura impagada.

«Ata aquí viñeron xa os da policía e os de aduanas, pero non fixeron nada nin nós podemos facelo», explicó Ramón Bouzas. Al parecer, el armador inglés pretende vender los dos barcos, pero se niega, en cualquier caso, a pagar el atraque en el Club Náutico.

Al Lady Gina y al Plus One se ha sumado ahora el Loffen, un velero cuya estancia en Camariñas también se prevé larga (y gratuita). El problema en este caso es que el barco se encuentra en tal mal estado que podría hundirse en cualquier momento.