La cofradía de Caión lleva algo más de dos años clamando en el desierto por las ayudas destinadas a los afectados por las obras del puerto exterior. Fue en junio del 2007 cuando comenzaron a reclamar compensaciones por la obra portuaria situada en el municipio de Arteixo, señalando que les afectaba negativamente. Sobre todo a los percebeiros, pero también a los pesqueros de bajura que habitualmente faenan en las costas próximas a A Coruña, circunstancia que extendían a profesionales de Malpica, Laxe y Corme.
Fue una reclamación que apenas tuvo eco, de ahí que no hace mucho, en enero de este año, la asamblea general del pósito que preside Evaristo Lareo Viñas reiterase su exigencia. De nuevo pusieron sobre la mesa los perjuicios que se le causan a una veintena de percebeiros y a la flota de bajura que debe alejarse de sus caladeros tradicionales (ya hay accesos restringidos), sin olvidar que, cuando el puerto esté acabado, el tráfico marítimo será muy superior y las restricciones aumentarán.
Sin embargo, la respuesta sigue sin llegar. De ahí que Lareo señalase ayer que será uno de los principales temas que pondrá sobre la mesa en un próximo encuentro con la conselleira do Mar, Rosa Quintana, quien está visitando todos los pósitos de la zona para conocer de ceca sus problemas. Lareo insiste en que Caión cumple de sobra los requisitos para ser incluido en el catálogo de afectados, lo que lleva aparejadas indemnizaciones por la disminución de la actividad económica. No solo por lo que hay, sin por lo que está por llegar, que no es poco. Por ejemplo, con los rellenos pendientes.
Se da la circunstancia de que en la cofradía de A Coruña hay percebeiros y pescadores que ya están cobrando las ayuda, cuando el litoral incluido en el pósito herculino es de apenas 500 metros, mientras que el de Caión alcanza los 3.800 metros de costa. En concreto, todo el borde larachés, el arteixán y hasta una pequeña parte del carballés que llega hasta la Pedra do Sal, en las inmediaciones de Baldaio.
Polvo y lodo
Con viento fuerte del norte se arrastra polvo y lodo desde Punta Langosteira. Algunas de las rocas usadas por los percebeiros ya se han ido cubriendo de mugre, y el grado de deterioro de los fondos marinos aún está por ver. La acumulación de cascotes es otro de los temores de los profesionales del mar en la zona.
El desarrollo de los trabajos ha permitido ver las cosas desde nuevos puntos de vista. En abril del 2004, durante una visita a Caión del entonces conselleiro de Pesca, Enrique López Veiga, Lareo señaló que el nuevo puerto estará a solo dos millas y media de la localidad, circunstancia que atraería a mucha población hacia el municipio larachés.