La solidaridad sanguínea atraviesa uno de sus peores momentos. Las donaciones han caído un 23% en los últimos cuatro años en la Costa da Morte. Los datos hablan por sí solos. De los 16 concellos que integran la comarca, solo seis se encuentran dentro de la tasa recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estima que el número idóneo de extracciones voluntarias por cada 1.000 vecinos al año debe situarse entre los 40 y los 60.
Así, Cabana, Coristanco, Laxe, Malpica, Fisterra, Camariñas, Vimianzo, Zas, Dumbría y Muxía se encuentran por debajo de este baremo. En estos dos últimos, las cifras han caído en picado. En el Ayuntamiento dumbriés donaron sangre 10 de cada 1.000 habitantes, mientras que en el segundo fueron 17.
Si se tienen en cuenta los datos del total de municipios de la comarca, el 2008 registró un descenso en las intervenciones del 2% con respecto al ejercicio anterior.
Los peores
Los vecinos de Cee, Corcubión, Dumbría, Fisterra y Muxía tendrán que hacer los deberes durante este año, ya que la comarca que ha salido peor parada según las estadísticas del Centro de Transfusión de Galicia (CTG) ha sido Fisterra, en donde se han perdido 179 extracciones voluntarias. La situación pudo ser peor, ya que el municipio ceense se encuentra entre los 20 gallegos más solidarios, y esto también ha ayudado a aumentar la media de intervenciones de la comarca a la que pertenece. Desde el Sergas, explicaron ayer que estos datos son indicadores de la necesidad de realizar más campañas informativas en esta zona, como medida para incrementar la acción de los donantes.
Bergantiños ha sido, en cambio, la más beneficiada, ya que registró una subida de un 2%, lo cual indica un repunte en la participación ciudadana. En Soneira, las estadísticas no han variado con respecto al 2007. Camariñas ha sido el Concello que ha experimentado un mayor descenso en el número de donaciones de sangre.
EL CTG es uno de los pocos centros de transfusión en España que puede dar cobertura a los hospitales de una comunidad pluriprovincial como Galicia. Una de sus fortalezas radica en la descentralización de la atención a los donantes mediante el desplazamiento de las unidades móviles.