Los bomberos del parque de O Salnés y los de O Porriño iniciaron ayer una huelga en apoyo a Iago y Julio, los dos compañeros despedidos que llevan varios días en huelga de hambre. Los afectados, junto con otros trabajadores de los parques comarcales, acamparon ayer ante la Diputación de Pontevedra, donde piensan permanecer hasta que desde este organismo o desde la empresa que gestiona los parques se les dé una respuesta convincente. Por la mañana entregaron un escrito al presidente de la Diputación, Rafael Louzán, en el que le piden la readmisión de los dos bomberos, estabilidad laboral y la garantía de un proceso selectivo para las nuevas incorporaciones.
Los bomberos de los parques de O Salnés y de O Porriño iniciaron las movilizaciones hace una semana, cuando se supo que dos compañeros de O Porriño que habían pasado las pruebas de selección, fueron despedidos, algo que niega la empresa Celta Prix, que alega que los dos aspirantes no llegaron a superar el período de prueba.
Encierros
La primera medida de protesta fue encerrarse en los parques comarcales a la espera de que desde las administraciones o desde la empresa se les recibiese para atender sus reivindicaciones y se readmitiese a los despedidos. Como Celta Prix no admite que se trate de despidos y desde la gerencia del parque se les dice que se trata de un problema laboral entre la plantilla y la concesionaria, los trabajadores decidieron adoptar otras medidas, y desde ayer, están en huelga.
A lo largo de la semana pasada, aprovechando el encierro de las plantillas en los parques comarcales, los trabajadores decidieron reforzar los retenes y acudir en grupos de seis a ocho a cada servicio, reivindicando así la necesidad de contar con más personal en cada turno. Pero ahora cambiaron de estrategia, porque desde ayer están oficialmente en huelga y en cada parque habrá solo servicios mínimos. «Aunque como ya estamos bajo mínimos, habrá lo que hay siempre -puntualizaba ayer uno de los trabajadores-; o sea, tres en Ribadumia y dos en Vilagarcía».
Los bomberos, que llevan ya diez días de movilizaciones, se trasladarán por turnos a Pontevedra para acompañar a Iago y a Julio, los dos bomberos despedidos que llevan casi una semana en huelga de hambre y que permanecerán acampados ante la Diputación hasta que alguien les escuche.