«Louzán y yo tenemos modos diferentes de ver la realidad»

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor VILAGARCÍA/LA VOZ.

AROUSA

Tras su victoria en el congreso local del sábado ante el candidato auspiciado por el presidente provincial del PP, Fole se marca ahora Ravella como único objetivo

15 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Tomás Fole Díaz (Vilagarcía, 1965) fue reelegido el pasado sábado como presidente del Partido Popular de Vilagarcía, cargo al que accedió en el 2003. Fole llegó a la política de primera línea de rebote, tras la trágica muerte en el 2003 del que era el candidato del PP a la alcaldía de la ciudad, Miguel Ángel González. Fue a escasos dos meses de las elecciones municipales y sin tiempo para nada. Él estaba allí. Le pidieron que aceptara un reto imposible y dio el paso. Obtuvo un honroso resultado, con subida en votos y concejales. La siguiente cita electoral, la del 2007, fue la de la consolidación, igualando al PSOE con siete ediles. Sin embargo, a medida que Fole se consolidaba también perdió la confianza del presidente provincial, Rafael Louzán, quien quería una cara nueva para las municipales del 2011. Esa cara era Javier Puertas, al que nombraron presidente de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía y que presentó su candidatura a la presidencia local del PP. Tomás ha vencido. A Puertas, pero sobre todo a Louzán. Ahora le queda la tarea de cerrar las profundas heridas abiertas por un proceso que ha sido largo y muy doloroso para la familia popular.

-¿Es más difícil administrar la victoria que la derrota?

-Yo creo que en este momento exige más responsabilidad administrar la victoria que la derrota. Perdiendo tan solo tendría que ponerme al servicio del ganador y del partido, pero habiendo ganado me queda formar un nuevo ejecutivo y responsabilizarme de la integración... bueno, integración no me gusta, digamos de la incorporación de los compañeros que estaban en la candidatura de Javier Puertas. Haciendo bueno el dicho deportivo, creo que a veces es más difícil saber ganar que saber perder. Intentaremos estar a la altura de las circunstancias.

-Ha dicho que quiere incorporar a la gente de Rivera y a la de Puertas. ¿Cómo?

-Para poder integrar a esas personas lo primero es tener un objetivo común y claro. En el PP, tanto los que apoyaron a Javier Puertas como los que me apoyaron a mí, como las personas que en su día se fueron con Rivera Mallo tienen claro cuál es ese objetivo y cómo se debe alcanzar, que es lograr que el PP tenga la alcaldía tras las próximas elecciones municipales. Teniendo en mente ese objetivo común ahora lo que queda es hablar, y hay tiempo suficiente para poder conjugar todas esas cosas. El problema sería que no hubiese ese objetivo común, pero sí lo hay. Y sabemos que para conseguirlo tenemos que estar juntos.

-Le noto tranquilo. Aliviado.

-Bueno, ya sabe que después de la tempestad siempre llega la calma. Sí, la verdad es que estoy aliviado porque veo que un trabajo no solo de estos días sino de siete años es apoyado. Eso me da una cierta tranquilidad, sí. Y también por ver que un congreso como este, con dos candidaturas, que era la primera vez que nos pasaba y que me pasaba a mí una cosa así, pues sale tan bien, con esa gran participación que hubo el sábado. Esto me da mucha alegría. Independientemente de que haya ganado una opción u otra, que el recinto ferial de Fexdega estuviese abarrotado y que votasen más de 600 personas es un gran éxito para el PP.

-Usted llegó a la política de la mano de Rafael Louzán, el mismo que ahora pretendía apartarle de la presidencia local. ¿Qué ha pasado entre ustedes?

-En primer lugar, me gustaría decir que yo no entré en la política de la mano de Rafa Louzán. Sí es cierto que hubo un momento especialmente importante en la vida del PP de Vilagarcía, que fue el fallecimiento de Miguel Ángel González y que en aquel momento Rafa Louzán tenía que tomar una decisión, que fue consensuada con toda la agrupación local. Yo entré en la política local de la mano de Miguel Ángel. Un día fui a un acto del PP en el que Miguel Ángel presentaba su candidatura y me pareció que coincidía en mucho con sus ideas. Decidí hablar con él y ponerme a su disposición y fue cuando empecé a participar en su grupo.

-Pero cuando Miguel Ángel falleció fue Louzán quien le fue a buscar a usted, ¿o no?

-Sí, eso es verdad. Él me pidió que asumiera ese reto y esa responsabilidad.

-¿Y qué ha pasado para que del idilio pasaran a la guerra?

-Yo creo que entre Rafael Louzán y yo ha pasado un poco todo y nada, como en cualquier empresa o cualquier familia. Tenemos modos diferentes de ver la realidad, en este caso de Vilagarcía. En determinadas circunstancias puedes tener diferencias de criterio tanto con una persona como con la dirección del partido, que no dejan de ser normales en una organización tan grande como el PP.

-¿Se siente respaldado por Louzán?

-En la medida en que es el presidente provincial, que ha convocado un congreso que ha solicitado la agrupación local y que cuando la comisión organizadora ha marcado una serie de criterios sobre el congreso así lo ha hecho. En ese aspecto el PP, tanto en Santiago como en Pontevedra, hicieron lo de debían hacer.

-Pero el PP de Vilagarcía recibe más aliento de Santiago que de Pontevedra.

-Eso va en función de las circunstancias y de las personas. Siempre tienen un trato más cercano con unas que con otras. Sí es cierto. No en vano que Marta Rodríguez, que es concejala conmigo, tenga un alto cargo en el PP en Santiago, siendo la vicesecretaria del partido, tienes un canal directo de consulta y de asesoramiento. Eso ayuda mucho, lógicamente.