La vacuna contra el covid-19 para niños desde los 5 años se suma a la lista de inmunizaciones que reciben desde que nacen. Esta es una guía para que aproveches el poco tiempo que deja un bebé para dormir, en vez de bucear en Internet durante horas
03 may 2022 . Actualizado a las 16:28 h.Las visitas al pediatra durante los primeros años de vida son numerosas, continuas y, en muchos casos, confusas para los padres. ¿Qué vacuna le toca este mes?, ¿tengo que comprarla?, ¿qué pasa si le da fiebre? Un cursillo acelerado de medicina desde que se dice adiós al hospital y se entra en casa con un nuevo miembro en la familia. Surgen muchas dudas y los pinchazos de los más pequeños son uno de los momentos que causan mayor ansiedad o preocupación. Sabemos que el tiempo es oro con un bebé en brazos, por eso, en La Voz de la Salud te lo damos todo bien masticado para que, en lugar de pasar horas navegando por Internet, puedas descansar un poco. Este es un resumen de todas las vacunas que recibirá tu pequeño y las respuestas a las dudas más frecuentes.
Vacuna de la hepatitis B
La pauta completa son tres dosis y en el calendario vacunal infantil forma parte de la vacuna hexavalente (Hepatitis B, difteria, tétanos, tosferina, H. influenzae tipo b y polio) que se administra a los 2, 4 y 11 meses de edad. Los recién nacidos hijos de madres portadoras del virus de la hepatitis B reciben una dosis extra en las primeras 12 horas de vida.
La Asociación Española de Pediatría recuerda que la Hepatitis B es una enfermedad infecciosa vírica que afecta al hígado y que provoca su inflamación, a veces con síntomas típicos, pero otras veces pasa desapercibida y solo se detecta en los análisis de sangre. El principal problema de esta infección es la tendencia a durar años sin curarse, volviéndose crónica y llega a provocar cáncer hepático. El causante es el virus de la hepatitis B y la transmisión es sobre todo por la vía sexual, aunque el recién nacido hijo de madre enferma o portadora puede contagiarse durante el embarazo o en el momento del parto. También puede transmitirse a través del contacto con sangre de un portador.
Los efectos adversos de esta vacuna son poco frecuentes y los más comunes son la fiebre o febrícula, un leve hinchazón o enrojecimiento en la zona de la inyección, o ligera irritabilidad o somnolencia en los días siguientes a su administración.
Vacuna de la difteria
Se administra en la misma vacuna que la anterior puesto que está incluida en las vacunas hexavalentes que se ponen a los 2, 4 y 11 meses. También forma parte del preparado trivalente de los 6 años (Tdpa/DTPa) y de las «vacunas del tétanos» utilizadas en adolescentes y adultos (Td).
La difteria es una enfermedad respiratoria contagiosa, con frecuencia mortal, que se debe a la infección por una bacteria, el bacilo diftérico. Actualmente la difteria es excepcional en Europa. En España, en el año 2015 se produjo un caso en un niño no vacunado en Olot (Girona), que falleció.
La AEP insiste en que debe vacunarse todo el mundo, los niños, pero también los adultos que no estén vacunados.
Tétanos
La antitetánica forma parte de las vacunas hexavalentes que se administran en el primer año de vida, con pauta de 2, 4 y 11 meses, y también se incluye en el preparado trivalente de los 6 años (Tdpa/DTPa) y en las vacunas del tétanos utilizadas en adolescentes y adultos (Td).
El tétanos es una enfermedad muy grave provocada por la toxina de una bacteria llamada lostridium tetánico y se produce como consecuencia de la contaminación de heridas con este germen. Hay que tener muy presente que los vacunados no sirven de escudo para los no vacunados (no se produce inmunidad de grupo). Es decir, solo protege la vacunación individual. Un adulto debe haber recibido, al menos, 5 dosis de vacuna para considerar la vacunación completa.
Tosferina
Forma parte de las vacunas hexavalentes que se administran en el primer año de vida, con pauta de 2, 4 y 11 meses. También se incluye en el preparado trivalente de los 6 años (Tdpa/ DTPa). La AEP promueve su inclusión en la dosis de refuerzo de tétanos y difteria que se aplica a los adolescentes, actualmente a los 12-14 años, en forma de vacuna trivalente Tdpa, algo que ahora mismo solo utiliza Asturias.
También se utiliza este preparado (Tdpa) para la vacunación de la embarazada en el tercer trimestre porque así se previene la enfermedad en el recién nacido y en los primeros meses de vida.
¿Qué es la tosferina? Al principio parece un resfriado, que sigue con una tos persistente con ataques que llegan a impedir la correcta respiración y que puede terminar en vómitos. En los más pequeños es muy peligrosa y puede desencadenar una crisis de cianosis (color azul de la piel por falta de oxígeno) así como otras complicaciones poco frecuentes pero de extrema gravedad.
Vacuna de la poliomielitis
Está incluida en la vacuna hexavalente que se administra a los 2, 4 y 11 meses de edad. También forma parte de la vacuna que se administrará a los 6 años a partir de 2022 y que ya se está aplicando en Asturias.
La polio (poliomielitis) es una enfermedad infecciosa vírica muy contagiosa, que habitualmente se pasa sin síntomas o como una gripe leve, pero que si afecta al sistema nervioso (cerebro y médula espinal) da lugar a una parálisis permanente de las piernas y a veces incluso a la muerte, por fallo de los músculos que nos ayudan a respirar.
Vacuna conjugada frente al H. influenzae tipo b
Está incluida en la vacuna hexavalente que se administra a los 2, 4 y 11 meses de edad.
El Haemophilus influenzae tipo b (Hib) es una bacteria que produce infecciones graves, sobre todo en niños pequeños (menores de 5 años), que pueden afectar fundamentalmente al pulmón (neumonía), la laringe (epiglotitis) y particularmente a las meninges. El Hib puede estar en la garganta y transmitirse de persona a persona sin producirles problemas, pero en algunos casos penetra en el organismo produciendo una enfermedad grave.
Neumococo
Tres dosis: las 2 primeras a los 2 y 4 meses, con un refuerzo a partir de los 11 meses de edad. La vacuna recomendada en nuestro país, por el CAV-AEP, sigue siendo la de 13 serotipos, pero en breve dispondremos de una nueva generación de vacunas con más serotipos (15 y 20 serotipos) y, por tanto, con más protección.
El nombre de esta bacteria proviene de su capacidad para producir neumonía, o sea, una infección en el pulmón, sobre todo en niños de menos de 5 años, en los que es la primera causa de neumonía bacteriana. Pero también causa sepsis (infeccion generalizada con presencia del neumococo en la sangre) y meningitis, una infección grave, incluso mortal, de las cubiertas que rodean al cerebro y la médula espinal, que es más frecuente en los niños más pequeños, por debajo de los 2 años, y que puede dejar secuelas, como sordera y otras aún más graves. La vacuna también puede disminuir la probabilidad de padecer neumonía y otitis.
Aproximadamente en un 35-50 % de los vacunados aparecen reacciones en el sitio de la inyección (dolor, eritema, induración y tumefacción), fiebre baja, irritabilidad, disminución del apetito y aumento o disminución del sueño, tras la primera inyección. Otras reacciones mucho menos frecuentes, que aparecen en alrededor del 1-5 % de los niños son: fiebre de más de 39 ºC, vómitos, diarrea y rash. Por último, en menos de un 1 % de los niños pueden aparecer convulsiones febriles, urticaria y apnea (en prematuros).
Meningococos
El meningococo es una bacteria, causante de infecciones poco frecuentes pero muy graves, como meningitis y sepsis (infección de la sangre), que pueden dejar secuelas importantes e incluso conducir a la muerte en aproximadamente 1 de cada 10 casos, y una tasa de secuelas graves consistentes en amputaciones o deficits neurológicos permanentes de al menos el 20 %. Afecta sobre todo a lactantes y adolescentes. El meningococo vive durante temporadas en la garganta, sobre todo de jóvenes sanos, sin producir daño; son los portadores asintomáticos.
Esta enfermedad está producida por diferentes serogrupos, siendo los principales en nuestro medio el B, el C y el W. Tenemos vacunas para la mayoría de ellos.
1) Vacuna para meningococos C y ACWY
Todos los calendarios españoles oficiales incluyen 2 o 3 dosis de vacuna frente al meningococo C. La primera dosis se pone a los 4 meses de edad, con una dosis de refuerzo a los 12 meses (la AEP recomienda que a esta edad se administre la vacuna tetravalente conjugada antimeningocócica MenACWY, que incluye protección frente a cuatro serogrupos: A, C, W e Y, pero por ahora solo está financiada en Andalucía y Castilla y León). La última dosis se administra a los 12 años y, en este caso sí, ya ha sido sustituida en toda España por la MenACWY. Lo ideal desde el punto de vista de la proteccion individual sería sustituir las dosis de meningococo C por dosis de ACWY, que proporcionan una protección más amplia.
Las reacciones más frecuentemente descritas de estas vacunas son enrojecimiento, hinchazón y dolor en el sitio de la inyección. Puede ocasionar en algún caso fiebre e irritabilidad.
2 ) Meningococo B
Esta vacuna no está financiada por el Sistema Nacional de Salud a excepción de Canarias, Castilla y León, Andalucía y Cataluña (a partir del 2022), y en determinadas situaciones de inmunosupresión. La Asociación Española de Pediatría recomienda la vacunación frente al meningococo B para todos los niños a partir de los 2 meses de edad con pauta de 3 dosis, 2 separadas por 2 meses y un refuerzo a los 12-15 meses de edad. La AEP también aconseja valorar la vacunación a otras edades, como una opción individual de protección frente a esta bacteria.
Las reacciones asociadas a la vacunación son leves. Las más habituales son fiebre e irritabilidad en los lactantes y también, dolor y enrojecimiento en el lugar de la inyección, especialmente en los mayores. La AEP que, en niños menores de año y medio, se separe de las vacunas habituales incluidas en el calendario infantil financiado. En el caso de presentarse fiebre, suele durar un día, se aconseja administrar paracetamol.
Sarampión, rubeola y parotiditis
Se reciben dos dosis de la vacuna sarampión, rubeola, y parotiditis (triple vírica). La primera dosis a los 12 meses y la segunda a los 3-4 años de edad. La segunda dosis se podría aplicar en forma de vacuna tetravírica o SRPV (sarampión, rubeola, parotiditis y varicela).
El sarampión es una enfermedad vírica muy contagiosa y a veces grave, que produce fiebre alta con una erupción cutánea o exantema por todo el cuerpo, tos irritativa y conjuntivitis (ojos rojos). La rubeola es una enfermedad vírica benigna que, en el caso de padecerla una embarazada, puede afectar gravemente al embrión y ser causa de aborto o de importantes lesiones en el recién nacido (la temida rubeola congénita) y de ahí el interés en su prevención por medio de la vacunación universal. La parotiditis epidémica, conocida popularmente como las paperas, es una infección vírica contagiosa que afecta principalmente a las glándulas que fabrican la saliva, que se inflaman y duelen.
La mayoría de los pacientes que han recibido dicha vacuna no han presentado ningún tipo de reacción. En algún caso han aparecido reacciones leves como fiebre en 1 de cada 6 personas vacunadas, rash ligeros en 1 de cada 20 personas. También puede producir un aumento del tamaño de las glándulas salivares o de los ganglios cervicales. En caso de aparecer cualquiera de estas complicaciones suelen presentarse a los 5-12 días después de la vacunación y son mucho más raras después de la segunda dosis. Problemas moderados como convulsiones, generalmente causadas por la fiebre, pueden aparecer en 1 de cada 3.000 dosis administradas.
Varicela
La propuesta de la AEP es iniciar la vacunación a los 15 meses de edad (también es aceptable a los 12 meses) y administrar la segunda dosis entre los 3 y 4 años en forma de vacuna tetravírica o SRPV. Puesto que produce con más frecuencia fiebre en los niños pequeños, la vacuna SRPV se recomienda particularmente para la segunda dosis (2-4 años), evitando así un pinchazo.
Como es una vacuna de incorporación reciente en el calendario financiado, muchos niños de edades intermedias no la han recibido, por lo que los calendarios oficiales establecen un rescate de vacunación, en la adolescencia (10-12 años), de los no vacunados que no hubieran pasado la enfermedad.
La AEP describe las reacciones adversas más habituales como dolor, picor y enrojecimiento en el lugar de la inyección y fiebre escasa entre 5 y 12 días después de recibir la dosis. Raramente puede observarse, entre 1 y 4 semanas tras la administración, un sarpullido de tipo variceloso (ampollas pequeñas o granos) con pocas lesiones, en la zona de la inyección.
Vacuna frente al virus del papiloma humano (VPH)
La AEP recomienda esta vacunación en todas las chicas y chicos adolescentes que vivan en España, preferentemente a los 12 años, para conseguir la protección frente a este virus relacionado con tantos tipos de cáncer. La vacunación es eficaz especialmente si no se ha producido la infección y esto solo puede asegurarse cuando aún no se han iniciado las relaciones sexuales.
Los efectos adversos más frecuentes son la reactogenicidad local (específicamente el dolor local) y el dolor muscular generalizado, generalmente leves y bien tolerados. Algunos pacientes presentan cefalea, y, raramente, fiebre.
Vacuna del rotavirus
Hay dos vacunas comercializadas en España: Rotarix y RotaTeq y no están financiadas por el sistema sanitario público (excepto en los niños prematuros menores de 32 semanas), por lo que hay que pagar su precio íntegro. En cualquier caso, debe ser un médico quien indique la vacunación. La pauta completa consiste en 2 dosis en el caso de Rotarix y en 3 dosis si se utiliza RotaTeq.
La vacunación debe iniciarse a partir de las 6 semanas de vida y antes de las 12 (a los 3 meses ya es tarde). Un buen momento es simultáneamente con las vacunas de los 2 meses. Las dosis deben espaciarse entre sí, al menos, un mes. Además, la pauta ha de estar completada antes de las 24 semanas (casi 6 meses) de vida, en el caso de Rotarix o 32 semanas (casi 8 meses) en el de RotaTeq.
Esta vacuna se administra exclusivamente por vía oral (bebida) por un profesional sanitario. El Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría recomienda la vacunación universal frente al rotavirus de todos los lactantes pequeños.
El rotavirus es un virus que constituye la causa más frecuente de gastroenteritis aguda en la infancia. El contagio puede producirse por el contacto con otros niños enfermos en la guardería o en el colegio, o con sus padres o cuidadores, generalmente a través de las manos.
Los efectos adversos más frecuentes son vómitos, diarrea y fiebre moderada, todos ellos leves. «Se han comunicado casos aislados de broncoespasmo, urticaria y de invaginación intestinal tras la administración de esta vacuna, esto último en particular en la semana que sigue a la recepción de la primera dosis y puede tener, como síntomas, dolor abdominal intenso intermitente, vómitos y heces con sangre. Este cuadro deberá ser valorado de forma urgente por un médico», informa la AEP.
¿Qué vacunas hay que pagar?
Todas las vacunas incluidas en el calendario oficial de cada comunidad autónoma se administran de forma gratuita. Quedan fuera de este régimen de financiación la vacuna frente al rotavirus (excepto en prematuros), la del meningococo B (excepto en Canarias, Castilla y León, Andalucía y Cataliña -a partir del 2022-) y la antimeningocócica tetravalente ACWY en lactantes (excepto en Andalucía y Castilla y León). Tampoco está financiada en España la vacunación de los adolescentes varones contra el virus del papiloma humano (VPH) y la vacunación de la tosferina en adolescentes, salvo en Asturias.
¿Cómo se conservan las vacunas que hay que comprar en la farmacia? Lo ideal es reservarla y pasar a buscarla de camino al pediatra. Así se evitan mayores complicaciones. Si el preparado se adquiere antes, hay que guardarlo inmediatamente en la nevera. Se recomienda colocar la vacuna en un estante central, nunca en los de la puerta ni tampoco, por supuesto, en el congelador. También hay que evitar la parte trasera. La temperatura en el interior del frigorífico debe estar siempre entre 2 y 8 ºC. Si la distancia entre casa y el pediatra no lleva más de una, la vacuna puede transportarse en una bolsa normal. Si no estamos seguros de que ese sea el tiempo máximo, es mejor transportarla en una pequeña nevera.
¿Demasiadas vacunas a la vez?
Es lo que se preguntan muchos padres y la respuesta es que no supone problema alguno, ya que el sistema inmune está capacitado para ello y de hecho acostumbrado a lidiar con muchos más antígenos simultáneamente -simplemente mientras juegan o comen-, que todos los antígenos contenidos en el calendario vacunal.
La AEP indica que durante los dos primeros años de vida se administran solo dos vacunas en cada acto vacunal salvo a la edad de 4 meses, en la que se ponen tres preparados. A los dos meses se administra la primera protección mediante una vacuna hexavalente (que contiene protección para 6 enfermedades: tétanos, difteria, tosferina, enfermedad invasora por haemophilus, poliomielitis y hepatitis B) y una vacuna frente a la meningitis y neumonía por neumococo. A los cuatro meses se administran estas mismas vacunas junto con una tercera frente a la meningitis por meningococo C. Posteriormente, a los 11 y 12 meses, también se administran solamente dos vacunas por acto vacunal. Lo mismo sucede a los 15 meses, en el que se administra una vacuna frente a la varicela.
En el calendario de vacunación de la Asociación Española de Pediatría se recomienda la administración de hasta 16 vacunas. Muchas de ellas necesitan varias dosis para lograr una correcta inmunización.
¿Qué pasa con la vacuna de la gripe?
En España, se recomienda la vacunación anual de los niños con enfermedades que les hagan más propensos a las complicaciones, como asma moderada o grave, diabetes, algunas enfermedades renales, enfermedades del sistema inmunológico, enfermedades neurológicas con flaccidez muscular, tratamientos mantenidos con determinados medicamentos, prematuridad, etc.. Este año 2021 la AEP recomienda la vacunación de todos los niños de 6 a 59 meses de edad para protección individual y evitar que transmitan la infección a grupos vulnerables de más edad.
También debe vacunarse de la gripe a los niños y resto de convivientes de enfermos (niños o adultos) en los que podría resultar especialmente peligrosa esta enfermedad.Las embarazadas deben vacunarse de la gripe si el embarazo transcurre durante la época gripal (invierno) teniendo en cuenta que pueden hacerlo en cualquier trimestre de su gestación.
Covid-19
Los niños de 5 a 11 años (a partir de 12 años ya están vacunados contra el covid-19) comenzaron hace unos días a recibir el primer pinchazo de la vacuna Comirnaty, de Pfizer-BioNTech, con una dosis inferior a la de los adultos. En España, la Comisión de Salud Pública ha recomendado una pauta con dos dosis separadas por un intervalo de 8 semanas.
Las reacciones adversas más frecuentes en esta edad son el dolor en el lugar de inyección (> 80 %), cansancio (> 50 %), dolor de cabeza (> 30 %), enrojecimiento e hinchazón en el lugar de inyección (>20%), dolores musculares y escalofríos (> 10 %). En menos casos, se puede producir fiebre de bajo grado. Raramente se podría notar inflamación de los ganglios de la axila o el cuello del mismo lado de la inyección, que puede durar 7-10 días.
Trucos para evitar el miedo a las agujas
La Asociación Española de Pediatría recuerda que las vacunaciones inyectables son el procedimiento médico doloroso al que se somete con mayor frecuencia a niños y adolescentes de todo el mundo. Por eso tienen una serie de recomendaciones para hacerlo más llevadero.
Para los lactantes aconsejan la «tetanalgesia», aprovechar el efecto analgésico y de alivio que supone el amamantamiento antes, durante y después de las inyecciones vacunales. Es un sistema cómodo y eficaz, que aprovecha la suma de la succión, la ingestión de una sustancia dulce (la leche humana lo es), la distracción y el abrazo materno y, quizás también, la presencia de algunas sustancias con propiedades analgésicas, contenidas en la propia leche materna.
Para los niños que no toman pecho se contempla la toma por boca de líquidos dulces que alivian el dolor, por lo general se recomienda disolver un sobre de azúcar en un vaso con un dedo o dos de agua (sacarosa al 25 %) y administrar aproximadamente 2 ml, poco a poco, con una jeringa o cuentagotas, en la boca del bebé unos 2 minutos antes de la inyección. El contacto piel con piel también ha demostrado su eficacia para el alivio del dolor en los procedimientos dolorosos.
Según van creciendo los niños, comienzan a tomar importancia las técnicas psicológicas. Hay que contarle que se va a vacunar, aunque mejor no hacerlo con mucha antelación y tener muy presente que no se debe engañar al niño diciendo que no va a doler. A la hora del pinchazo es bueno usar técnicas de distracción como escuchar una canción, hacer pompas de jabón o inflar un globo para hacer menos molesto el momento. Debe evitarse tumbar a los niños sobre la camilla de exploración para vacunarlos. Es mejor que estén erguidos y sujetos en brazos de sus padres.
Mi hijo está enfermo, ¿debo retrasar su vacuna?
Las enfermedades leves, aunque den fiebre, no contraindican las vacunaciones. Es decir, un niño con un resfriado u otra infección leve puede recibir las vacunas sin ningún problema. El tomar antibióticos tampoco es razón para no vacunar. Solo se aconseja retrasar la vacunación cuando sea una enfermedad importante o grave.
Reacciones a las vacunas
Las vacunas pueden producir efectos secundarios que por lo general son muy leves, como el dolor en el lugar del pinchazo, un poco de fiebre o incluso un sarpullido. Excepcionalmente, una vacuna puede desencadenar reacciones graves en personas alérgicas a ese preparado o con otro tipo de circunstancias especiales. Por eso, se recomienda su control y administración por profesionales sanitarios y la permanencia en el centro de vacunación durante 20 minutos tras la vacunación.
Reacción en el lugar del pinchazo. Dolor, hinchazón y enrojecimiento en el lugar de la punción. Es una reacción relativamente frecuente y pasajera, que puede tratarse mediante la aplicación local de una compresa fría. Si el dolor es importante, puede utilizarse un analgésico como el paracetamol. La aparición de un pequeño bulto en el lugar del pinchazo es más común tras la vacunación frente a la tosferina y la meningitis B. Pueden ser dolorosos si los apretamos con las manos, pero desaparece espontáneamente al cabo de semanas.
Fiebre: con la mayoría de las vacunas aparece el primer día y, lo más habitual, es que desaparezca a las 48 horas. En el caso de las vacunas con virus vivos atenuados (triple vírica y varicela), la fiebre puede aparecer más tarde de 4 a 20 días después. La fiebre es un indicador de que el cuerpo está reaccionando contra lo que hemos inoculado y, por tanto, creando inmunidad. Si aparece fiebre tras la vacunación, puede administrarse al niño un antitérmico (paracetamol o ibuprofeno) y consultar con su pediatra en caso de que se mantenga más de 24-48 horas o aparezcan otros síntomas que preocupen.
Reacciones más raras: erupciones en la piel, síntomas digestivos (náuseas, vómitos, diarreas), crisis de llanto, decaimiento y reacciones alérgicas (urticaria) a algún componente de la vacuna.
Artículo revisado por Federico Martinón, jefe de Pediatría del hospital Clínico de Santiago de Compostela y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Organización Mundial de la Salud, e Irene Rivero, doctora en pediatría, miembro del Grupo Genética, Vacunas, Infecciones y Pediatría y colaboradora de la a Oficina Regional de la OMS en Europa proporcionando talleres de formación para pediatras y médicos de atención primaria sobre la vacunación en la edad pediátrica.