Sin intervención rápida cuando es más necesaria
Carballo
21 Jan 2002. Actualizado a las 06:00 h.
Los primeros temporales ha tenido la fatal coincidencia de llegar justo cuando los grupos de intervención rápida (Grumir) que operaban en la Costa da Morte han concluido su contrato (en Cee y en Carballo han finalizado sus servicios la semana pasada) o están próximo a hacerlo. En Vimianzo, el otro concello de la zona que tiene uno de estos destacamentos, terminarán sus funciones el próximo 31 de enero. Las acciones que antes realizaban profesionales, ahora tienen que ser efectuadas por los voluntarios de las agrupaciones de Protección Civil de cada localidad. La principal consecuencia de esta situación es la tardanza en llegar a los lugares donde se producen los incidentes, justo en unos meses donde los temporales obligan a una gran rapidez en las salidas. Durante la vigencia de las subvenciones a los Grumir, a donde llegaban fondos desde la Xunta, la Diputación y los concellos, en las bases de estos grupos operativos había trabajadores de guardia prestos a realizar los servicios que se le reclamarán durante las 24 horas del día, con lo que la agilidad de respuesta era inmediata. Con la nueva situación, hay una serie de voluntarios de guardia localizables que cuando se les reclaman tienen que desplazarse desde sus hogares, o donde se encuentren, a la base para contribuir con sus esfuerzos a donde se le reclame y sin ninguna remuneración económica por estos servicios básicos de seguridad. Cambios Otro de los cambios importantes es que mientras el Grumir tenía ámbito comarcal, las agrupaciones de Protección Civil son de caracter local, aunque en casos excepcionales, cuando la situación lo requiere, las plantillas más amplias acuden a municipios cercanos. Así, el Grumir de Cee actuaba en toda la comarca de Fisterra, el de Vimianzo, en la de Soneira, y el de Carballo, en Bergantiños, aunque llegó a desplazarse hasta Santa Comba, Ordes, Val do Dubra, Arteixo y Cerceda. La intención de los concellos es volver a solicitar las ayudas para los Grumir, que permiten aumentar la seguridad de los ciudadanos de la Costa da Morte. Los Grumir de las tres localidades de la zona que estaban en funcionamiento estaban por dos cuadrillas de seis personas.