Una promotora reclama más de un millón de euros a Gondomar

alejandro martínez GONDOMAR / LA VOZ

GONDOMAR

La empresa Colmeiro responsabiliza al Concello de equivocarse en una permuta

04 nov 2011 . Actualizado a las 11:40 h.

Los errores cometidos por el Ayuntamiento de Gondomar en cuanto a la valoración de unos terrenos hace ya más de siete años pueden suponer ahora un grave perjuicio para sus arcas municipales. La promotora Colmeiro y Martínez ha presentado en la Administración local una reclamación de responsabilidad patrimonial por valor de 1.061.000 euros por los contratiempos que tuvo que afrontar en la construcción de un edificio de 56 viviendas y bajos comerciales junto a la carretera hacia A Ramallosa.

La sociedad mercantil permutó al Ayuntamiento una finca de 1.450 metros cuadrados por otra de 10.725 en el que finalmente ejecutó el proyecto. La permuta fue aprobada por el pleno después de los informes técnicos favorables, entre ellos, el del arquitecto municipal, siempre y cuando la empresa compensara a las arcas municipales la diferencia de valor de su terreno de menor superficie, que tasó en 330.745 euros. Pero la oposición, viendo que no era un acuerdo ventajoso para el interés público, presentó un contencioso administrativo y la justicia le dio la razón.

Una sentencia del año 2007 reconoció que el Concello minusvaloró su parcela y sobrevaloró la del promotor, con lo que perdió más de 700.000 euros. Un auto judicial reconoció que aquella sentencia no se podía ejecutar porque para entonces el edificio ya se había terminado de construir. Por lo tanto, se impuso a la promotora la obligación de abonar al Concello los más de 700.000 euros con los que no contaba en el momento de firmar la permuta y que aceptó «forzado por las circunstancias». El Ayuntamiento cobró siendo alcalde Martín Urgal, que se comprometió a emplear el dinero en aumentar el patrimonio municipal.

Pero la historia no acabó ahí. La promotora reclama ahora que le devuelvan no solo ese dinero extra que tuvo que abonar, sino las pérdidas que asegura que tuvo que afrontar porque se retrasó en la entrega de las viviendas, lo que ocasionó problemas con los compradores, rescisiones de contratos, no pudo cumplir y perfeccionar ventas y prolongó la financiación más allá del tiempo previsto inicialmente. Además aseguran que el retraso incidió de forma negativa en la propia imagen y credibilidad de la empresa respecto a sus clientes, posibles compradores y entidades bancarias. Afirman que este daño es «real» y lo han cuantificado en más de un millón de euros. Afirman que no tenían que haber soportado el daño causado porque la incorrecta valoración de la permuta es solo imputable al Concello.