Vigo tendrá un invierno más un albergue de emergencia para personas sin techo, a falta de unas instalaciones definitivas en las que no solo se puedan refugiar estos ciudadanos, sino que ofrezcan otro tipo de servicios.
Así se lo comunicó ayer el alcalde a Antón Bouzas, del grupo de autoapoyo El Imán, ante el temor de que lleguen antes las bajas temperaturas que las nuevas dependencias.
Si bien, días atrás Caballero prácticamente descartaba negociar la cesión del albergue de las Misioneras del Silencio y hablaba de otras opciones, ayer comentó que «en estos momentos estamos retomando los contactos para ver si lo aceptan». No obstante, dijo, se continúa con la reforma de la antigua escuela de hostelería para contar con una u otra opción porque «no queremos que llegue enero y no tener ni una ni otra». Las obras de la escuela de hostelería para su adaptación a albergue supondrán una inversión de medio millón de euros, al que se sumará otro tanto al año para su gestión.
Esta cifra se viene a sumar a los 245.000 euros invertidos con anterioridad en el inmueble de La Gota de Leche para su transformación en albergue, descartado con posterioridad.