La presa de Bahíña alcanza mínimos históricos al situarse a un 14 por ciento de su nivel
08 sep 2011 . Actualizado a las 11:32 h.La presa de Bahíña que suministra agua al municipio de Baiona ha alcanzado ya unos niveles alarmantes. A menos de un 14 por ciento de su capacidad total, ofrece una imagen insólita. Quedan 92 mil metros cúbicos en este espacio cedido por la comunidad de montes. Las últimas lluvias que cayeron la semana pasada han hecho que de momento su capacidad haya permanecido estable durante los últimos días.
Un reguero vierte agua que cae del monte hacia el interior del embalse, pero en una cantidad insuficiente para poder ser optimista y confiar en una pronta recuperación. El Ayuntamiento continúa tirando de este embalse a pesar de que desde el inicio de esta temporada de verano se ha enganchado a la presa de Zamáns. El motivo es que las conducciones que llegan desde el puente de A Ramallosa no se pueden propulsar hacia los barrios elevados donde vive un tercio de la población, que dependen de la presa municipal, de pozos o traídas vecinales.
Del embalse de Bahíña se potabilizan al día mil metros cúbicos para los usos de la población. Si no lloviera hasta el próximo mes de octubre, el Ayuntamiento se verá obligado a realizar restricciones para optimizar un recurso cada vez más escaso.
Ahorro
Por el momento, las medidas de ahorro recomendadas desde el Concello han supuesto una disminución del consumo durante este verano de un diez por ciento, según avanzó el alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuiña. En Baiona todos esperan que llueva para no tener que llegar a una situación de emergencia. Bastarían dos semanas de lluvias intensas para que la presa adquiriese un nivel aceptable y dejase de ser necesario el enganche con la ciudad de Vigo. Pero arrastramos una de las temporadas más secas de los últimos 50 años, un hecho que ha coincidido con el vaciado parcial de la presa que el Concello de Baiona tuvo que autorizar antes de la primavera con motivo de unas obras para automatizar y telecontrolar el embalse.
Esta situación ha hecho que ahora suenen todas las alarmas, que la oposición, BNG y PSOE, exija responsabilidades mientras el gobierno municipal mira al cielo desesperadamente.