La caseta de obra del nuevo hospital vigués es un chalé de lujo

Ángel Paniagua Pérez
ÁNGEL PANIAGUA VIGO / LA VOZ

GALICIA

El Sergas controla el proyecto desde una casa que expropió por 250.000 euros

01 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La mayor obra que hará la Consellería de Sanidade en su historia, el hospital más grande de Europa en construcción, la infraestructura que tiene que sacar a los vigueses del atolladero sanitario que padecen, un edificio que cuesta 374 millones de euros, no podía tener una caseta de obra cualquiera. Y no la tiene. Porque la edificación del nuevo hospital de Vigo no se dirige desde un cubículo prefabricado con chapas de poliuretano. La obra se controla desde un lujoso chalé de piedra situado en un extremo de la parcela de 235.000 metros cuadrados que la Xunta ha expropiado en las parroquias de Beade y Valladares.

En él ha instalado su cuartel general el equipo que coordina la obra para el Servizo Galego de Saúde y para la unión de empresas que lideran Acciona y Puentes. Se trata de un chalé que ha costado a las arcas de la Xunta entre 250.000 y 300.000 euros, según las fuentes consultadas. La familia propietaria prefiere no revelar el precio que pactó con la Administración. Hay quien se pregunta en Beade si era necesario expropiar esta vivienda, cuando, además, se encuentra en el límite de la parcela. «Agora é deles, a verdade é que poden facer o que queiran con el», se limitan a decir en la familia.

Su antiguo propietario, Emilio Rodríguez, lo rehabilitó allá por el año 2005 y lo puso en venta. Nadie hablaba de construir en Beade un nuevo hospital y se trataba de una casa enorme y que estaba bien comunicada con el centro de Vigo. El propietario recibió entonces ofertas de compradores, alguna de las cuales se acercaba al millón de euros. Pero cuando la Xunta decidió emplazar allí el hospital, todo se derrumbó. Irremediablemente, la casa -no habitada por su propietario- quedó abandonada hasta que el Sergas ha vuelto a ocuparla. Ahora está llena de ordenadores, planos y un continuo trasiego de gente. Y la barbacoa, echada a perder.