La venta servirá para saldar las cuotas mensuales adeudadas a la junta
20 abr 2011 . Actualizado a las 11:29 h.Tres comunidades de vecinos de Vigo van a subastar en los tres próximos meses -la tercera lo hizo en diciembre- sendos pisos de los propietarios que no pagan las cuotas mensuales ni los gastos de limpieza o calefacción o las derramas. El dinero recaudado en la venta servirá para saldar las deudas, que suelen ser de 400 euros. La mayoría de las subastas son el último recurso, tras años de pleitos, para presionar al moroso para que pague o se queda sin piso.
No son casos aislados, pues suponen el 7% de las 24 subastas previstas en Vigo hasta julio. El juzgado de Primera Instancia número 9 de Vigo subastará el 7 de junio una vivienda en la calle Urzaiz, con un precio de tasación de 49.847 euros. Su propietaria es una inmobiliaria a la que está vinculado un conocido hostelero de la noche viguesa. La comunidad de propietarios promovió el embargo y la subasta después de que el juzgado diese el visto bueno a la demanda de ejecución de los títulos judiciales.
El juzgado de Primera Instancia número 1 de Vigo subastará el 18 de mayo un piso de la calle Severo Ochoa, valorado en 108.361 euros, después de darle la razón a la comunidad de propietarios que pidieron la ejecución de títulos judiciales.
La última puja fue promovida el pasado 14 de diciembre por la comunidad del edificio Toralla en el juzgado de Primera Instancia número 6. El bien a subastar era un trastero cuyo valor de tasación ascendía a 30.684 euros.
Las cantidades adeudadas son hasta 200 veces menores que el valor del bien. Por ejemplo, dos comunidades de propietarios de la calle Aragón demandaron por vía monitoria en el juzgado de Primera Instancia número 7 a sendos morosos, a uno por 409 euros y a otro por 368. En cambio, un piso supera generalmente los 100.000 euros. Algunas reclamaciones son mayores, como la que promueve una comunidad de propietarios de María Berdiales, y que cifra en 4.978 euros las deudas de un moroso que no paga las cuotas desde el 2007.
La reclamaciones de las juntas de propietarios siguen una hoja de ruta desde la reforma de la ley civil que instauró los procesos monitorios para reclamar deudas a los dueños. Si no pagan, la comunidad puede pedir el embargo de sus cuentas y, si no hay éxito, se va a la subasta.