Los aterrizajes revientan los vidrios de las casas cercanas al aeropuerto

Luis Carlos Llera Llorente
Luis Carlos Llera VIGO/LA VOZ.

VIGO

«Cando chegaba o Antonov con pezas para Citroën era o que máis rompía as fiestras», señala un afectado

30 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los aviones que aterrizan en Peinador sobrevuelan los tejados de las viviendas a escasos metros de altura. El ruido supera con creces los 65 decibelios dentro de las viviendas y las vibraciones son tran grandes que revientan los cristales.

Manuel Viéitez es el dueño de una de las 437 casas afectadas por una alta contaminación acústica que el Ministerio de Fomento quiere atajar. Viéitez habita la casa número 4 del barrio de Millarada, a unos trescientos metros de la cabecera de la pista. «Teño tres cristais rotos polos avións e xa os cambiei doutra vez», asegura este vecino. Tiene doble ventana. Pero es inútil. El vidrio se resquebraja por las vibraciones periódicas. «A ver se mo arranxan». Pero por ahora ni Viéitez, ni ningún otro vecino, han recibido comunicación oficial de Fomento.

Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) constituyó el pasado miércoles la comisión de seguimiento del plan acústico del aeropuerto de Vigo en la que participan representantes de los ayuntamientos de Redondela, Mos y Vigo. El plan contempla el aislamiento de todas las casas donde se superen los 60 decibelios. En una primera fase se harán reformas en las viviendas donde el estruendo sea mayor de 65 decibelios, es decir las más próximas a la pista como es el caso de la de Manuel Viéitez y luego se acometerán las reformas para amortiguar los ruidos en un segundo anillo de viviendas que sufren ruido mayor de 60 decibelios.

Aviones de carga

Son los ayuntamientos los que tendrán que notificar a Aena los nombres y direcciones de los afectados. «O Concello identificará aos propietarios» ¿Cuándo? «Ainda non recibimos indicacións de Fomento», señala el teniente de alcalde de Redondela, Xosé Carlos Pazos. El número dos del Concello aún recuerda el paso del Concorde sobre Galicia cuando el avión rompía las barreras del sonido y se escuchaba como una explosión. Más recientemente «cando pasaba o Antonov, espertábame», señala Pazos, a pesar de que vive en Cesantes, lejos del aeropuerto. El Antonov es un avión de carga que transporta piezas a la fábrica de PSA. «Cando chegaba o avión con pezas para Citroën atronaba. Era o que rompía máis cristales», atestigua Manuel Viéitez que añora el paraíso que era la zona.