Un paseo peatonal junto al río Louro para disfrutar de sus recién depuradas aguas. La idea, planteada por el anterior gobierno del BNG, estaba proyectada y presupuestada. La solicitud de los permisos se presentó en noviembre del 2009 ante Confederación Hidrográfica Miño Sil. Hasta aquí, sin problema.
Solo hasta ese momento. La entrada del nuevo gobierno provocó el retraso de los planes para ampliar la zona verde a la altura de la desembocadura de Couso. Las previsiones del tripartito entrante eran que quedara listo para el verano, pero en el camino ejecutaron los trabajos sin contar con el permiso de la Confederación. Esta situación ha obligado al organismo, dependiente del Gobierno, a abrir un expediente sancionador. En la actualidad el personal técnico realiza una valoración de los daños, aún por determinar. Como la solicitud había sido ya enviada por el grupo nacionalista en el pasado, se considera que es una multa leve, por lo que podría llegar hasta 6.000 euros.
La cuantía se sumaría a los cerca de 300.000 euros que costaron los trabajos del paseo, supuestamente terminados pero que todavía no han sido inaugurados. Las obras contemplaban la realización de un sendero a lo largo del río Louro, la colocación de varios bancos y la construcción de tres puentes de madera para salvar el cauce.
Críticas
Los problemas surgidos a lo largo del camino no fueron pocos, por lo que la obra despertó las críticas de la oposición. «O proxecto xa tiña retraso cando estabamos no goberno, porque por dúas veces levamos a pleno a inversión de más de 150.000 euros dos fondos municipais e os tres grupos votaron en contra. Finalmente o PP cambiou de opinión e se puido aprobar a final de ano», recuerda Pedro Pereira, ex concejal de Vías y Obras.
Los inconvenientes surgidos provocaron que el proyecto contara con los informes desfavorables de intervención y del arquitecto municipal, pese a lo cual el grupo de Ciudadanos por Porriño continuó adelante con los trámites para que el sendero del Louro se ejecutase antes del verano.