Tiene solo trece años y ya puede explicar su nombre en un montón de lenguas. Solo lo hace por signos pero la utilidad ya es múltiple. «Me apunté a las clases de signos proque me pareció muy llamativo», asegura la pequeña Laura González, que ensaya la sesión junto a Clara Vilalrino, de 12 años, y Pepe Lorenzo, de 14. Para conseguir los conocimientos que tienen restan unas horas dos días por semana a su tiempo y acuden al taller impartido por el profesor Xabier Prado. «Ya sabemos cómo presentarnos, contar hasta diez, saludar, preguntar por alguna dirección o hacer una compra», recuerdan los pequeños. Esta es la primera vez que lo llevan a la práctica con la aportación de sus colegas de los demás rincones de Europa, así que el nerviosismo está patente. La propuesta está también en Internet, al igual que otros proyectos del Comenius como el Trivial online inventado por los estudiantes de Holanda. Todos los participantes en el proyecto viajarán a Oporto para clausurar allí el ciclo. Por supuesto, el próximo curso el trabajo continúa, ya que el centro se embarca de forma habitual en iniciativas pioneras a nivel europeo.