«No tenía trabajo aquí porque soy guapo, joven y con talento»

VIGO

El cómico vigués, que se estrenó en un papel dramático en el reality «Curso del 63», celebra la próxima semana su primera década sobre los escenarios

08 mar 2010 . Actualizado a las 11:53 h.

Miguel Lago sabía que era gracioso, pero no tanto como para vivir de ello. El cómico vigués, que decidió hacer la maleta para abrir el espectro de posibilidades que le esperan dentro de su especialidad, vive en Madrid desde hace un año y le va mejor que nunca, ya que a su repertorio humorístico ha añadido una nueva faceta dramática, la que ha aportado con su personaje de Don Luis, el profesor con aire austero y bigotillo franquista que encarnó en el reality de Antena 3, Curso del 63 .

«Empecé con 18 años en El club de la comedia , en el primer certamen que hicieron. A partir de entonces me picó lo de los monólogos, luego estuve un par de años haciendo teatro y después volví al ruedo cómico. Al principio actuaba en bares y en diferentes salas en Galicia, y en el 2005 comencé con Paramount Comedy . A lo largo de estos cinco años grabé siete monólogos e incluso me dedicaron un Especial pata negra por ser el más prolífico», recuerda. Luego llegó Curso del 63 . Pero durante todo ese tiempo ha seguido haciendo varias cosas a la vez, siempre especializado en el mundo del humor. «Incluso estuve en Luar durante un año», apunta.

Humorista y filólogo

El actor veía en El club de la comedia como tanta otra gente. «Me gustaba muchísimo, así que cuando convocaron el primer certamen de monólogos pensé: Yo puedo hacer esto. Y decidí presentarme. Escribí un texto de siete minutos y lo grabé en casa en casa de un amigo con una cámara amateur . Entre las dos mil personas que se presentaron al concurso eligieron a veinte ¡Y yo estaba entre ellos!», recuerda. Lago reconoce que en el momento en que se subió a aquel escenario y pudo comprobar que se sentía cómodo, que la gente se reía y disfrutaba, decidió que no quería bajarse, y hasta hoy. «Se empezó a correr la voz por los bares de Vigo de que había un tío que era gracioso y que cobraba barato, y empecé a construirme una carrera de una forma muy natural», relata.

A pesar de su apuesta, no abandonó su formación universitaria. «Estaba estudiando Filología Hispánica en el Cuvi, y de todas formas la terminé, porque como dice mi padre, nunca se sabe. Pero lo más parecido que he hecho al respecto es mi papel de profesor en Curso del 63 , aunque yo nunca habría sido tan duro», asegura. Con este programa, que seguramente tendrá una segunda entrega después del éxito que ha tenido, Lago se adentra por primera vez en el registro dramático y está encantado de abrir una nueva vía: «Hacer ficción es algo que me gustaría probar porque creo que estoy capacitado para ello. Lo que pasa es que a mí me gusta mucho trabajar en directo», reconoce.

Actuación en Vigo

Lago no tiene antecedentes en el mundo del espectáculo ni una infancia de niño prodigio: «Yo nunca había hecho teatro ni me subí a un tablao a los 3 años como las folclóricas. En el colegio era gracioso, pero tampoco tanto. Era un chaval simpático y extrovertido, nada más», cuenta.

Ahora, como si nada, lleva una década en el sector: «El sábado, 13 de marzo, cumplo diez años como profesional y lo celebro con una actuación en el teatro del Centro Cultural Caixanova, con Los niños están gordos , que también se grabará en deuvedé», añade.

A Madrid llegó hace exactamente un año. «Fue un paso natural porque en Galicia no tenía prácticamente trabajo. Soy joven, guapo y con talento, con lo cual en la televisión gallega no tienes sitio, así que me fui a hacerme camino, buscando una oportunidad. Estoy muy feliz aquí, donde me han recibido de maravilla, aunque mi mujer mi hija y yo echamos de menos al resto de la familia, pero es muy gratificante tanto en lo personal como en lo laboral», concluye añadiendo que actúa un domingo al mes en el Teatro de Comedia en la Gran Vía con Los niños están gordos . Y como hace espectáculos por toda España, también es más cómodo para moverse de un sitio a otro.

«La duda ofende», contesta cuando le preguntan si escribe sus propios guiones: «Soy cómico con todo lo que eso conlleva, escribo mis propios textos. Cada palabra que sale de mi boca ha sido escrita por mí y así será siempre», afirma.

Las relaciones intergeneracionales, personales y familiares son los temas que más le gusta abordar, y presume del alto ritmo de comedia que es capaz de imprimir: «Una carcajada cada 12 segundos y un aplauso cada minuto», asegura.

Para Miguel Lago, su mayor referente es el norteamericano Jerry Seinfeld. «Soy superfan . Yo visto de traje y corbata por él, y si mañana actúa en pantalón corto, actuaré en pantalón corto», admite.