El Octavio tuteó diez minutos al Ciudad Real, que ganó a medio gas

Juan Villar

VIGO

04 mar 2010 . Actualizado a las 11:45 h.

David no pudo con Goliat. El Octavio Pilotes Posada trató de tú a tú al mejor equipo del mundo durante diez minutos, pero a partir de ahí el Ciudad Real, jugando a medio gas, controló el partido como y cuando quiso.

En los primeros minutos los vigueses salieron dispuestos a sorprender a los manchegos y consiguieron pequeñas ventajas durante los diez primeros minutos, en los que Sterbik impidió que la ventaja fuese mayor.

Los visitantes solo conseguían marcar al principio por mediación del mejor pivote español, Julen Aguinagalde, que fue el autor de los tres primeros tantos del Ciudad Real.

Los de Talant Dujshebaev tardaron doce minutos en ponerse por primera vez delante en el electrónico. Fue justo en ese momento cuando los locales se bloquearon en ataque y estuvieron trece minutos sin conseguir batir a un impresionante Sterbik, probablemente el mejor portero del mundo, que detuvo trece de los 21 lanzamientos que recibió en la primera mitad convirtiéndose en un muro infranqueable para los vigueses.

Con un parcial de 0-7 el Ciudad Real abrió la brecha que sería definitiva. Consiguió una máxima ventaja de 4-10 y a partir de ahí se dedicó a mantener la ventaja sin esforzarse más de lo necesario ante el duro calendario que tienen que afrontar.

Quique Domínguez decidió dar muchos minutos a los juveniles Pablo Cacheda y Nando. El primero sobre todo se llevó las mayores ovaciones de la noche.

Al descanso se llegó en cualquier caso con un marcador digno de tres tantos de ventaja para los visitantes. En al segunda mitad el Ciudad Real solo apretó un poco el acelerador cuando veía que el Pilotes estaba a tres goles.

Con 11-13 en el marcador, el Octavio tuvo una superioridad por exclusión de Gull que no aprovechó y a partir de ahí en ningún momento hubo sensaciones de que se pudiese producir la sorpresa.

Ni siquiera la aparición de Rudovic, que tras marcar solo un gol en la primera parte, en la segunda encontró la inspiración tras el cambio de portería en el rival, con la entrada de Hombrados, al que batió hasta en siete ocasiones.

Pero el montenegrino y Gustavo Alonso fueron los únicos que consiguieron ver puerta con algo de facilidad, pues Stefanovic y Cerillo, entre otros, no sumaron ni un solo gol. Gull fue el único que no marcó por el Ciudad Real, que ya suma 46 victorias consecutivas en Asobal.

El Octavio tendrá que centrarse en los partidos de si liga para buscar la salvación.