En la Universidad de Vigo hay cuatro agrupamientos de investigación punteros. Están formados por más de sesenta doctores. Son los de Ciencias Marinas, Tecnologías de la Información y la Comunicación, Ciencia y Tecnología Agroalimentaria y Biosanitario. Cada uno de ellos consiguió una ayuda de 750.000 euros para repartir en tres años entre las ocho subvenciones que la Xunta repartió a unidades de investigación entre este año y el pasado. La Universidad de Vigo fue la que más logró, Santiago consiguió tres y A Coruña, uno.
El rector quiere que esos grupos tengan un papel relevante en el diseño del Centro de Investigaciones Atlánticas como Campus de Excelencia Internacional. Por eso, todos ellos y las facultades y escuelas formarán la comisión técnica que prepare el proyecto. Habrá también una comisión ejecutiva con el rector y varios altos cargos. Además, hace dos semanas, el consejo de gobierno nombró a Emilio Fernández Suárez comisionado de la Universidad en el proyecto. Será, en la práctica, la persona que lidere el proyecto.
El líder de la oposición, Jaime Cabeza, criticó en el claustro el modelo de agrupamientos de excelencia si el rectorado se olvida de los pequeños investigadores. Aunque sus reproches no se centraron en el proyecto del campus marino, Cabeza aseguró que se han creado grandes desequilibrios por favorecer a unos grupos en detrimento de otros. «Non hai outra», le respondió el rector, que defendió los agrupamientos como apuesta estratégica. «Non significa non manter o resto, pero apoiemos especialmente a aqueles que poden correr», afirmó. Según Alberto Gago, se trata de una estrategia que no tiene vuelta atrás y que no debería ponerse en cuestión, porque es la manera de que ser competitivos.