El jefe del servicio de Medicina Interna tiene una larga experiencia docente. César Martínez lleva veinte años formando estudiantes.
-¿Qué hace diferente poder formarse en el hospital Vigo y no en la facultad?
-Esto no es como las clases teóricas. Conseguimos que el estudiante vaya desde el enfermo a la enfermedad. Aquí tenemos que empezar a hablar de la Facultad de Medicina de Galicia, y no de Santiago. En todo el mundo los estudiantes de Medicina se forman en los hospitales. No utilizarlos es un lujo que no nos podemos permitir.
-¿Cómo es la colaboración con la facultad de la USC?
-El decanato por fin se dio cuenta este año de que no podían asumir toda la formación clínica. Le estamos muy agradecidos, porque todas las promesas que hicieron en el 2008 se están cumpliendo. Con la Universidad de Vigo también tenemos una excelente relación.
-Pero el objetivo es impartir también la teoría, lo que se llamaba hasta ahora «el ciclo clínico».
-Queremos tener un tercio de los alumnos de la Universidad de Santiago. Pero no es tan fácil. Para eso hay que prepararse. Hace falta que los profesionales se impliquen en la docencia y que se los libere de carga asistencial.
-¿Qué puede suponer para el Chuvi disponer del ciclo clínico de Medicina?
-En este momento se abre una vía real para la carrera profesional universitaria a todos los miembros del Chuvi y del Chuac. Es un momento muy estimulante. Es histórico, no hay precedentes. Va a ser un revulsivo para la ciudad. Si los profesionales se acreditan ante la Aneca [Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, dependiente del Ministerio de Educación], pueden optar a ser profesores titulares, no solo asociados.