El coche de Ava Gardner aparca en Samil

Soledad Antón / Noa R. Rey soledad.anton@lavoz.es

VIGO

23 jul 2009 . Actualizado a las 11:01 h.

Pues que los tres viajaron en su día en alguna de las reliquias de cuatro ruedas que ayer iniciaron en Vigo su particular peregrinación hasta Santiago por el Camino (en realidad por los caminos) de la costa. Detrás de la iniciativa está el Club Gallego de Automóviles Antiguos que preside José Luis Blanco. La lluvia, que arreciaba generosa a la hora prevista para iniciar la ruta, no solo no amilanó a la cerca de una treintena de forofos que se habían inscrito en la prueba, sino que los incentivó.

Y sí, en la nómina de inscritos figura el espectacular Plymouth P-18 que utilizó para sus desplazamientos en España el animal más bello del mundo, alias con el que los fans rebautizaron en su día a la Gardner. A saber los secretos, amores y desamores (algunos con nombre de torero) que esconde esta joya de la automoción, ahora propiedad de Domingo López Iglesias.

Éste, que con sus 80 años es el conductor más veterano de la ruta, parece no sentir la menor curiosidad por dichos posibles secretos. De hecho, cuando la persona que se lo vendió le preguntó si sabía que se llevaba el coche de Ava Gardner, Domingo le respondió irónico: «Muy bien y ¿va ella dentro?».

Según explica José Luis Blanco, en el nacimiento del Club gallego de Automóviles Antiguos tuvo mucho que ver, por no decir todo, el séptimo arte. Corría el año 1981 y los productores de aquella soberbia serie en la que Rafael Moreno Alba convirtió la obra de Torrente Los gozos y las sombras, andaban como locos buscando coches de época. No de una cualquiera. Tenían que ser (o al menos parecerlo), de aquella en la que transcurría la historia de Mariana Sarmiento (Amparo Rivelles), Cayetano Salgado (Carlos Larrañaga), Carlos Deza (Eusebio Poncela) y compañía.

Así fue como Cayetano terminó conduciendo una de las piezas de museo de Eduardo Feijoo, y que si no toma parte en la marcha es porque está siendo sometido a un pequeño lifting.

El que sí estuvo ayer en la línea de salida fue el Mercedes 220 que Santiago Ramos condujo en Hotel Danubio, la película de Antonio Giménez Rico que produjo José Luis Garci. De hecho, será el que vaya en cabeza de la marcha durante los cuatro días que dura la ruta.

José Luis Alén Pazos va al volante de otro automóvil con historia. En su Vauxhall DX14 de 1936 tomó Valentín Paz Andrade el camino del exilio. El coche era entonces propiedad del laboratorio Miguel Servet, así es que seguro que detrás del préstamo estaría otro galleguista bien de actualidad esta semana, Ramón Obella, el fundador de Zeltia

Y una curiosidad más, en este caso del coche ahora propiedad de Mariluz Santos Rodríguez, un Citroën 11BLCabrio de 1938. Antes de llegar a sus manos (y seguro que a las del dueño anterior) prestó servicio en el arzobispado de Múnich cuando al mando del mismo estaba Joseph Ratzinger, así es que no sería de extrañar que haya viajado en él Benedicto XVI más de una vez.

Todas estas reliquias de cuatro ruedas y unas cuantas más recorrerán la costa gallega desde Vigo a Fisterra hasta el próximo domingo con tres paradas en Santiago de Compostela. El objetivo es hacer lo que llaman los Caminos de la Costa. La etapa de ayer incluyó paradas en Cangas, Pontevedra, Sanxenxo, Cambados, Padrón y Santiago. Hoy toca Ribeira, Corrubedo, Porto do Son, Noia y otra vez Santiago. Mañana, Muros, Carnota, Ézaro, Fisterra, Santiago y el sábado y el domingo sendos circuitos urbanos por la capital. Buen viaje.