La Xunta estima «inasumible» para sus arcas el coste de la depuradora

VIGO

16 jun 2009 . Actualizado a las 17:04 h.

La construcción de la nueva depuradora de Vigo está en peligro. La Xunta pasó de solicitar la colaboración del Gobierno central para dilatar el pago de la parte que le corresponde en la obra a calificar ayer de «inasumibles» los 115 millones de euros que le correspondería afrontar a la Administración autonómica en el proyecto, cuyo coste total asciende a 237 millones y que el Gobierno bipartito pactó cuatro meses antes de las elecciones gallegas con el Concello vigués y el Ejecutivo central.

La Xunta mantiene que asumir su parte de la obra tal y como dejaron planteada Emilio Pérez Touriño, Abel Caballero y Elena Espinosa «comprometería as actuacións de saneamento en toda Galicia, polo menos nos vindeiros oito anos, ademáis de superar con creces os límites de endebedamento permitidos», aseguran desde la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras.

Nuevo retraso

El cuestionamiento por parte de la Xunta del borrador firmado en noviembre pasado entre las tres administraciones implicadas dilatará la puesta en marcha del convenio con el que se repartirían las cargas y las responsabilidades en el proyecto hidráulico, dado que la consellería demanda un nuevo acuerdo para implicarse de manera decidida en la planta que debería estar en funcionamiento en el 2011. El PP achaca a la situación económica heredada en la consellería de Medio Ambiente -que dirigía en la pasada legislatura el ahora líder del PSdeG, Manuel «Pachi» Vázquez- su imposibilidad para hacer frente a la inversión prevista en la nueva depuradora del Lagares, llegando a señalar que el estado contable del departamento hasta el 2013 solo le permite invertir legalmente 36,18 millones de euros en toda Galicia en obras hidráulicas que sean cofinanciadas por otras administraciones públicas.

En todo caso, la Xunta estima que la única posibilidad de asumir su inversión en la nueva planta pasaría por una renegociación del convenio en el que se determina el papel de cada administración y que el desembolso económico que debería realizar el Gobierno gallego fuese afrontado durante más tiempo del inicialmente acordado.

Compromiso

A pesar de su posición, la Xunta asegura compartir la necesidad de la nueva planta de tratamiento de aguas residuales de Vigo y mantiene su voluntad de llevarla a cabo, pero con «fórmulas de financiamento que o fagan viable». «Para o Goberno galego a Execución da Edar é unha actuación prioritaria e así llo comunicou o conselleiro ao presidente da Confederación Hidrográfica do Cantábrico», indica la Xunta, que asegura contar solo con cinco millones de euros para dedicar este año a la planta con la que a partir del 2011 las aguas de la ría viguesa debieran tener un nivel de saneamiento optimo y losvertidos que soporta un tratamiento integral.