La torre se cerrará, pero en sus anexos habrá un centro de alta resolución, básico para liberar la carga del nuevo complejo
17 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Cuenta la anécdota que, el día de su estreno, el hospital Xeral hizo trampas. Aquel 16 de septiembre de 1955 el Jefe del Estado entró en el colosal edificio conocido como Residencia Almirante Vierna. Como apenas había 64 pacientes, hubo que llenar las habitaciones con indigentes y hasta con algún obrero. Ante Francisco Franco tenían que doblegarse hasta los virus.
La sanidad de hace 50 años era la apuesta por lo colosal. ¿Qué importaba que un médico de guardia durmiera en la planta 14 y las urgencias estuvieran en la -2? No sería funcional, pero a cambio los ciudadanos doblaban el cuello y, con una mezcla de entusiasmo y desconcierto, veían una torre de 75 metros. Tal vez no fuera el mejor hospital de Galicia, pero, caray, era el más alto. El Pirulí .
Y hasta 1975, el gigante diseñado por Martín José Marcide fue el más alto de la comunidad. Ahora que sí se busca el mejor hospital, hay que renunciar al tamaño. El Sergas lo ha tenido claro. La parte más significativa del Xeral, la torre, pasará a mejor vida. No tendrá uso sanitario. Así lo dice categóricamente el informe Ordenación sanitaria integral del área de Vigo . La torre -en su día la más alta de España- se cerrará. No es funcional, no es gestionable y, aunque entrañable, solo da problemas.
Eso será a partir del año 2014. El informe del Sergas plantea que dos años antes ya se habrá concluido el nuevo hospital, compromiso que no ha asumido el nuevo Gobierno de Galicia. Si la idea sigue adelante, el año intermedio será de transición y en el 2014 todo el personal ya estaría en Beade. ¿Y después pasará la torre por la piqueta? No está decidido. Lo que es seguro es que a partir del año 2014 ese va a ser un debate repetitivo en la ciudad.
Nuevo papel
Pero para entonces se reserva al viejo gigante de la calle Pizarro un papel fundamental en la sanidad del futuro. Será un híbrido con el nombre de centro de alta resolución (CAR). Estará ubicado en los anexos I y II del complejo, los más nuevos. Su papel, aliviar al nuevo hospital para que este pueda centrarse en los procesos más complejos.
Actualmente, hay quince especialidades médicas que acaparan el 80% de todas las consultas externas del área sanitaria de Vigo. Las principales son oftalmología, traumatología, ginecología, otorrinolaringología y dermatología. En muchas ocasiones, responden a procesos relativamente sencillos -una revisión, un esguince?-, que se resuelven rápido, pero que lastran la actividad del servicio médico porque no le permiten centrarse en otros procesos. Se genera una lista de espera descomunal. Tanto, que en el último año el número de pacientes pendientes de ser atendidos por el especialista creció en 1.500 personas. El Xeral está llamado a descongestionar. Absorberá el 60% de las consultas de las diez especialidades con más actividad.
La idea es que sea un centro de entrada y salida rápida. Un paciente podrá ir al Xeral, ser atendido por un especialista, hacerse las pruebas que se consideren oportunas y recibir un diagnóstico y un tratamiento. Incluso una pequeña intervención quirúrgica, si fuera necesario, ya que las instalaciones de los anexos tienen quirófanos. Entrada y salida. Todo en el mismo día.
Para ello deberá estar dotado de la tecnología necesaria. Los anexos ya tienen 72 consultas y 14 gabinetes de exploración, además del equipamiento médico actual. Se prevé, además, aprovechar las urgencias. Los puntos de atención continuada (PAC) -las urgencias extrahospitalarias, de los centros de salud- de la calle Bolivia y de Coia desaparecerán. Ese papel lo asumirá el Xeral.
La duda es si, cuando ya no sea hospital, el veterano centro seguirá llamándose así, Xeral o si se abrirá una guerra ciudadana para rebautizarlo.