«¡Albergue, albergue, albergue!»

VIGO

La responsable del comedor de La Esperanza urgió ayer a los responsables locales a abrir un centro para personas sin techo al estar ya cubiertas las necesidades alimentarias

23 ene 2009 . Actualizado a las 11:24 h.

Pudo decirlo más alto, pero no más claro. Sor Milagros de la Fuente, responsable del comedor de la Esperanza, aprovechó ayer la visita de la concejala de Benestar Social, María Méndez, para pedir que se agilice la creación de un albergue en la ciudad. «¡Albergue, albergue, albergue!», exclamó, tras alentar a todos a luchar por las instalaciones. Para la religiosa se trata de la mayor urgencia en estos momentos, al estar ya cubiertas las necesidades alimentarias con los comedores.

«El que ha entrado en esa vida de alcohol y drogas y no puede salir, por lo menos que tenga donde dormir», suplicó. Le impactó «el chiquillo» que murió el otro día en la calle. Lo vio por última vez el lunes, cuando acudió al centro a buscar ropa. Sobre el albergue de Teis, dice que es bueno, pero lejos, y que además, está lleno.

A sor Milagros le da igual el lugar en el que se ubique el albergue público y no entra en la polémica política sobre si es más conveniente el edificio de La gota de leche, junto al Concello, o el de la antigua Escuela de Hostelería, en O Berbés. Solo demanda su apertura y que no se sitúe muy alejado.

En los quince años que lleva al frente del comedor de La Esperanza, subvencionado por la concejalía de Benestar Social con 20.000 euros anuales, nunca vio pasar tanta gente, de tantos niveles sociales y países, como sucede en la actualidad. Hay días de 120 comensales. Ayer mismo había personas de Holanda, Bolivia, Perú, Senegal, Marruecos, Bulgaria, Rumanía, Ucrania y España, entre otros países. De menú: paella de pollo y marisco (o lentejas), salchichas (o pescado para los musulmanes) y turrón. A sor Milagros la ayudan voluntarios. «Cuando vienen se enganchan, llegan y se quedan», explica satisfecha. Anima a las jóvenes con fe a ser valientes y a embarcarse en esta aventura que es la congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, dedicada a los más necesitados.