Está consternado. No solo por el visto bueno de la Xunta al grado que planteó la Universidad de A Coruña, sino porque al director Escuela de Empresariales de Vigo, Patricio Sánchez (Ourense, 1946), nadie lo ha llamado desde el rectorado para comunicárselo. «Nos enteramos hoy [por ayer] a mediodía por una noticia que publicó La Voz de Galicia en su edición de Coruña», asegura. Sánchez habla de discriminación hacia su escuela: A Coruña sí, Vigo no , titula un escrito que envió anoche a la prensa.
-¿Qué pasa? ¿Por qué Educación acepta el grado para A Coruña?
-Es una estrategia prediseñada. La Universidad de A Coruña había aceptado el grado en Empresariales. Aquí ya nos dijeron que no desde el primer momento, porque iba contra la normativa. Pero la normativa es la misma para A Coruña y para Vigo. A nosotros nos dijeron que no podía ser y nos enteramos después de que lo habían aprobado.
-¿Cómo se encuentran en este momento?
-Preocupados, cabreados, fastidiados... No sé cuál es la palabra.
-¿Qué cree que va a pasar a partir de ahora?
-Hombre, yo creo que esto tiene que traer consecuencias en la ciudad. Con todo lo que implica que se nos niegue el grado y a otros se les apruebe...
-¿Y el rectorado? ¿Cómo cree que va a reaccionar el rectorado?
-La lógica... De acuerdo con el compromiso del rector en el claustro, en el consejo de gobierno, y como les dijo públicamente a los estudiantes, el compromiso era que si A Coruña conseguía el grado, él haría lo mismo para Vigo. Asumió ese compromiso en público. Hay que preguntarle a José Ramón Leis [director xeral de Universidades, de la Xunta] cómo dos universidades que están bajo su dirección interpretan la misma norma de forma diferente. Hemos pedido una entrevista con el rector.
-Pero la Universidad de Vigo ya ha aprobado un grado en Administración y Dirección de Empresas. ¿En qué medida les afecta?
-En el último consejo de gobierno, yo pedí que se aplazara ese grado hasta que la Xunta decidiera sobre el de A Coruña, por el compromiso del rector de aprobarlo si A Coruña lo tenía. Pero no me hicieron caso. Lo que pasa es que allí lo prepararon por separado desde el principio. Aquí se quiso hacer uno solo que abarcara todo, y va a ser difícil preparar uno nuevo. No se nos ha hecho ni caso.
-Usted va a seguir dando la batalla, pues.
-Yo tengo un mandato. Soy el director de esta escuela, aunque no me quede mucho tiempo porque hay que convocar elecciones. Pero tengo que ser el portavoz del sentir de esta escuela. Y esta escuela se siente discriminada. La gente está cabreada, está indignada, y yo soy su portavoz.