Las tensiones con el Bloque, el pan nuestro de cada día

La Voz

VIGO

26 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Si nos atenemos a las apariencias, la coalición socialista-nacionalista funciona en Vigo de manera engrasada. Se pactó en tiempo récord, el reparto de áreas no fue especialmente traumático, la aprobación del presupuesto fue una auténtica demostración de eficacia y, como colofón, ha sido aprobado el Plan Xeral en el plazo comprometido, aunque sin atisbo de consenso y en medio de una gran polémica.

Pese a esta apariencia, las relaciones entre los socios son accidentadas, aunque habría que precisar que los desacuerdos desde el BNG se personifican siempre, o casi, en el alcalde. La falta de sintonía entre Caballero y Domínguez es un secreto a voces en el Concello.

Casi ni se había constituido el gobierno cuando la decisión del alcalde de reunirse con el director del Marco provocó la primera advertencia nacionalista. Pese a las promesas, situaciones parecidas se han repetido en diversas ocasiones. El Bloque critica las injerencias del alcalde en sus áreas y esta misma semana llegaron a amenazarle con un plante en la junta de gobierno local.