El precio de la barra de pan varía entre los barrios de Vigo hasta en 51 céntimos

Alberto Magro

VIGO

07 nov 2007 . Actualizado a las 15:59 h.

La guerra del pan ha llegado a Vigo. Varios meses de subidas sucesivas de precio por culpa del encarecimiento de los cereales han provocado que la elección de panadería pueda suponer en la ciudad un ahorro de hasta 51 céntimos por barra. Lo comprobó ayer mismo La Voz, en un recorrido por 25 panaderías y siete supermercados de Vigo que deja como primera conclusión que la guerra ha empezado y va a ser encarnizada.

Los principales agitadores de esta encarnizada competición de precios son los supermercados e hipermercados, que hunden el coste del pan para captar clientes. «Es fácil: el que viene a por el pan acaba acordándose de otra cosa que necesita, por eso lo hacen», explicaba ayer el responsable de un céntrico supermercado vigués. Aunque no hace demasiada falta que en las grandes superficies lo confirmen, los precios les delatan: una barra sale en Alcampo por 39 céntimos, menos de la mitad de lo que cuesta en la mayoría de las panaderías de la ciudad.

La oferta de Alcampo encuentra réplica en el resto de grandes superficies. Mientras Carrefour tira a 38 céntimos el precio de su baguette y redondea la jugada con una imaginativa oferta de tres barras por el precio de una, en Mercadona elevan un ápice la calidad al tiempo que cobran menos de medio euro por la barra y la baguette. Y lo mismo sucede en el resto de supermercados, en los que recurren al pan económico y precocido.

La calidad, en las panaderías

Claro que, con esos precios, la calidad se resiente. La barra de 38 céntimos del Alcampo no es artesana, mientras que las de las decenas de hornos diseminados por Vigo sí. «Nuestro pan no es de ese precocido industrial, sino que apostamos por la calidad. Hay quien prefiere ahorrarse ese dinero, que para algunas familias es mucho porque compran mucho pan a diario, pero otros están acostumbrados al nuestro y siguen viniendo, aunque a lo mejor llevan un poco menos», cuentan en la céntrica panadería La Espiga de Oro, donde la barra artesana cotiza a 85 céntimos y la baguette a un euro. Los precios se reducen conforme el comprador se aleja del centro, como muestra el hecho de que las mejores tarifas aparezcan en la plaza de la Industria, Bouzas, Teis, Balaídos y Coia. Aunque hay algo que no cambia: todos han subido 10 céntimos desde el mes de enero, confirmando que la guerra del pan es cosa de supermercados.