La morosidad aterra. Y cada vez más. Tanto es así que 500 propietarios de Vigo y su área recurren cada mes al contrato de Garantía de Alquiler de la Corte de Arbitraje Económico, que hace dos años puso en marcha un sistema extrajudicial recomendado por el Banco de España y concebido para evitar a los arrendadores la lentitud de los tribunales ordinarios en los procesos de desahucio.
La activación de la Garantía de Alquiler es sencilla: en el momento de la firma, arrendador y arrendatario rubrican también un impreso con el que someten el contrato a la justicia arbitral -tras el pago de 42 euros-. Ambas partes se aseguran así de que, en caso de que surgiera cualquier disputa, ésta sería resuelta en una Corte de Arbitraje cuya resolución es tan válida como la de un tribunal de justicia. Pero más rápida.
La cláusula se convierte de este modo en un blindaje que cubre las espaldas de propietario e inquilino. El arrendador sabe que si el inquilino deja de pagar no tendrá que gastarse cientos de euros en abogados ni esperar hasta tres años para echar al moroso de la vivienda por vía judicial, como ocurre actualmente en los tribunales de Vigo, superados por las 600 sentencias de desahucio que emiten cada año.
El inquilino, a su vez, se evita tener que hacer frente a una fianza abusiva o a un aval bancario como los que ya piden la mayoría de los caseros. Y no es ese poco avance en una ciudad en la que en en los últimos dos años los alquileres han subido de media un 27%, según los datos facilitados por las inmobiliarias. Ese encarecimiento y su influencia en el aumento de los impagos han propiciado que el uso del contrato blindado contra morosos haya crecido en Vigo un 30% en el último año. Ese avance permite que en el entorno vigués haya ya 8.465 pisos blindados contra los morosos, el 42% de los 20.186 que en Galicia se alquilan con esta garantía.