«Cuando se lo conté a un familiar que también es agente, me dijo que se pasaron con esa actuación»

La Voz

VIGO

24 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Una de las testigos que presenció las detenciones de los bolivianos en el bar Sol y Luna se llama Desiré Pérez, nacida en Canarias, pero residente en Vigo desde hace 18 años. «Yo estaba en el bar esa noche, incluso le dejé mi número de teléfono a Lizbeth Castro por si me necesitaba de testigo».

Al preguntarle qué recuerda de los hechos, señaló que estaba sentada en una mesa, tomando una consumición, y sobre las 00.30 de la noche de ese día vio como una pareja de policías locales entraba en el bar. «Uno de ellos se presentó con una actitud un poco chulesca, pidiéndole la documentación a la dueña. Ella entró en la cocina y tardó un poquito. El policía le dio un portazo, golpeándola con la puerta en la cabeza. Escuché como Lizbeht salió gritando y el marido le dijo al agente que no la tratase así y, luego, ya la cogieron con él», argumenta.

«Al final, se lo llevaron a él detenido y también a ella. Vinieron tres coches y creo que eran seis policías en total», añadió.

Asimismo, indicó que el local estaba lleno y que se comentó entre la gente si habían venido por motivo de que la música estuviese alta, «pero estaba normal, aquí no hay altavoces, es sólo la televisión»

«Tengo la sensación de que la primera patrulla pasaba por aquí y dijeron vamos a coger a alguno, porque hay muchos extranjeros. Si el dueño fuese español, seguro que no lo harían. Me sorprendió mucho. Cuando se lo conté a un familiar que también es agente me dijo que se pasaron con esa actuación», apostilló.