Familiares de presos exigen que se acabe con la masificación de A Lama

Nino Soto

PONTEVEDRA CIUDAD

23 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

El centro penitenciario de A Lama fue ideado para albergar a una población máxima de 1.008 reclusos. La cárcel abrió sus puertas en 1996, y once años después, los muros de la prisión cuentan con 1.522 presos, es decir, un 50% más de lo previsto inicialmente.

El colectivo O Imán ha enviado una carta a la directora de Instituciones penitenciarias, Mercedes Gallizo en la que pone de relieve que la saturación está aumentando las tensiones y conflictos dentro de la cárcel donde internos «penados por delictos gravísimos impoñense por enriba das normas de réxime interno sometendo a outros internos con conductas cuasi mafiosas». Por ello piden el fin de la masificación y que el personal sea suficiente. también reclaman la excarcelación de los enfermos terminales.

Ayer, durante los actos de la Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias, tanto el director de la cárcel, José Antonio Gómez Novoa, como el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Delfín Fernández Álvarez, reconocieron la masificación del centro. De hecho, el máximo responsable de la prisión afirmó que «a pesar de la sobreocupación, los programas que se desarrollan buscan mejorar la calidad de vida» de los reclusos.

Hace casi dos años, la directora de las cárceles españolas Mercedes Gallizo durante una visita a A Lama manifestó que la construcción de nuevos centros penitenciarios aliviaría el problema de la sobrepoblación en la prisión pontevedresa. No obstante, el problema de la masificación se ha ido agravando. Por ejemplo, en enero de 2006 el número de internos era de 1.421, cien menos que en la actualidad.

Delfín Fernández recordó que el plan de creación y amortización de prisiones para el periodo 2006-2012 supondrá la construcción de 46 nuevas cárceles en el territorio español. Apuntó que el problema de la sobreocupación ocurre en todo el sistema penitenciario, pues de 44.312 presos que había en 1996, en el año 2004 la cifra aumentó a 58.655. Detalló que en 2004 había 38.785 celdas para una población reclusa de 51.222 individuos.

«El Gobierno reconoció en 2005 que debería resolverse con la máxima urgencia posible: la sobreocupación», afirmó el subdelegado.