Comuneros de Barbanza alertan del acercamiento de lobos a viviendas

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO NOIA / LA VOZ

SOCIEDAD

Los cánidos siguen al ganado, que cada vez pasta más cerca de la población

29 nov 2011 . Actualizado a las 10:32 h.

La cadena de ataques de lobos que desde hace varios meses se producen en los montes de Barbanza, y que ya se han cobrado la vida de más de un centenar de cabezas de ganado, siguen poniendo contra las cuerdas a los comuneros de la zona, que en la jornada de ayer alertaban del acercamiento, cada día mayor, de los lobos a los núcleos poblacionales de la zona.

Según explican en la comunidad de montes de Xuño, parroquia de Porto do Son, a través de su presidente, José Manuel Silva, esta situación está relacionada con los ataques: «Con motivo de la presencia de lobos, el ganado ya no está en la parte más alta de los montes, ya que decidimos que empezase a pastar en una zona más baja. El problema que surge ahora es que las manadas, tanto de híbrido como de lobo ibérico, siguen el rastro de nuestros animales, llegando incluso a las inmediaciones de las casas».

En el caso de Xuño, el ganado de la comunidad de montes se encuentra repartido en tres cierres cercanos a poblaciones que suman más de 200 hectáreas. El mismo José Manuel Silva aclara que, desde que comenzaron las batidas, los ataques han disminuido, aunque su presencia es constante en el entorno, ya que sus huellas y los excrementos los delatan. Aun así, el portavoz de los comuneros reitera que este año existió un repunte en los ataques que ni los más veteranos recuerdan.

Ataques en Muros

Los ataques de cánidos en la comarca de Barbanza no solo se limitan a los montes de su sierra. La sociedad de caza de Muros, formada por un centenar de deportistas, hizo pública ayer que desde octubre los depredadores han atacado a media docena de perros causándoles la muerte en el monte do Faro.

«Aquí non temos gando pequeno, unicamente hai cabalos grandes que os lobos non atacan. Por iso, cando saímos ao monte para cazar e os cans rastrean a zona, os lobos os atacan, morrendo dende que comezou a tempada en outubro media decena», explica Juan Luis Martínez, cazador con cuarenta años de experiencia.