Francia inscribe las corridas de toros en su patrimonio cultural inmaterial

Colpisa

SOCIEDAD

El Gobierno le ha otorgado este reconocimiento atendiendo a razones antropológicas, peso cutural, y relevancia de la cría de toro en el país.

23 abr 2011 . Actualizado a las 19:29 h.

Las corridas de toros quedaron el pasado viernes 22 inscritas en el patrimonio cultural inmaterial de Francia. André Viard, presidente del Observatorio Nacional de Culturas Taurinas, hizo el anuncio oficial en un salón del anfiteatro romano de Arles justo al arrancar la serie de ocho festejos de la feria de Pascua, una de las grandes clásica del calendario taurino francés.

Michel Vauzelle, presidente de la Región de Provenza-Alpes-Costa Azul y diputado por Arles en el Parlamento, y el alcalde de Arles, Hervé Schiavetti, flanquearon a Viard durante su comparecencia.

Viard, matador de toros retirado, editor de la revista bimensual Terres Taurines -que lleva un año editándose en versión española y seis en Francia-, ha jugado un papel clave como animador de una batalla ideológica que ha sorprendido y superado al lobby antitaurino, más activo y agresivo en Francia que en España.

El reconocimiento del Gobierno de las tauromaquias como bien inmaterial del patrimonio de la cultura francesa se ha hecho atendiendo a razones elaboradas por un grupo de científicos y expertos de varias ramas, a quienes ha dado voz el escritor y profesor François Zumbiehl. Los argumentos básicos atendidos por el Ministerio francés de Cultura han sido los valores antropológicos que implican el entendimiento y significado de las corridas; su peso cultural como inspiradoras de multitud de creaciones plásticas y literarias; y, en fin, la relevancia de la cría del toro de lidia en cuanto economía sostenible y generadora de una actividad de amplio espectro.

El Observatorio de Culturas Taurinas llevaba tres años canalizando y supervisando la protección de «la corrida» en la casi cincuentena de ciudades francesas donde se registran actividades taurinas. El término francés de «la corrida», entendido como metonimia, o de parte por el todo, abarca todas las actividades del mundo del toro: desde la cría y preservación de la especie a las escuelas de tauromaquias y los espectáculos taurinos sin excepción.

Francia ha ido por delante de España, Portugal y varias naciones americanas de habla hispana -México, Colombia, Perú, Venezuela y Ecuador- en el reconocimiento y protección de la tauromaquia y sus entornos. Para que la Unesco reconozca la fiesta de toros en términos similares a los recién anunciados en Francia resulta imprescindible que al menos un segundo país se sume a una solicitud después de haber adoptado medidas idénticas a las tomadas por el Ministerio francés de Cultura.