«El feto no venía de cabeza en la semana 32 y el ginecólogo ya me programaba la cesárea para la 37»

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade REDACCIÓN/LA VOZ.

A CORUÑA CIUDAD

27 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El cheque bebé será una incertidumbre hasta última hora para Lorena Pardo, que tiene fecha de parto para el día 31, de manera que es posible tanto que lo cobre como que no. En cualquier caso, ella no hará nada para adelantar el nacimiento. «Bajo ningún concepto -afirma-. Es más, no me sobra el dinero, pero pago esa cantidad para que lo dejen nacer cuando quiera».

Con una niña de dos años, esta residente en Feáns (A Coruña) espera un varón por el que aguardará todo lo necesario, aunque es consciente de que hay madres que inducirán el nacimiento para cobrar el cheque. Y es más, obstetras dispuestos a hacerlo. «En la semana 32 me hicieron una ecografía y, como el feto no venía de cabeza, el ginecólogo ya me programaba una cesárea para la 37. Le debía de coincidir mal que me pusiese de parto en la semana de Fin de Año. No le volví».

Este hecho supuso para ella la decisión de abandonar la vía privada y decantarse por la pública. Dará a luz en el Hospital do Salnés, «donde respetan tus tiempos, no separan al bebé de ti y otras ventajas que me gustan», afirma antes de sentenciar: «A la privada no vuelvo ni loca. Después de la ecografía de la semana 35, el bebé ya estaba de cabeza, y en la 32, el ginecólogo ya cogía el calendario para abrirme y quitármelo». A Lorena no le entra «en la cabeza» la programación del parto. «Ya pasé por una cesárea tras una inducción fallida en la 41 y ni se me ocurre plantearme otra. Es una operación de cirugía mayor con un posoperatorio muy malo, por lo menos en mi caso».

Respecto al cheque bebé, cree que está «mal pensado», porque no tiene sentido «que le den el mismo dinero a una mileurista como yo que a quien no lo necesita. Si lo hubiesen reservado para las familias que de verdad lo precisan daría para mucho más tiempo».