Francisco Ayala alerta de la propagación también por Europa de teorías seudocientíficas basadas en fundamentalismos, como la del diseño inteligente.
-En ciertas escuelas americanas estudian la Biblia y no la teoría de la evolución. ¿Cómo se ha llegado a eso?
-Si uno trata de entender la Biblia como un relato científico es una barbaridad. Si quieren enseñar la Biblia en las escuelas me parece muy bien, pero no que se enseñe como ciencia, porque eso es mala ciencia y peor religión todavía.
-¿Teme que este fundamentalismo creacionista se propague a Europa?
-Se está extendiendo ya por Europa. No de manera muy visible, porque no se le presta atención, pero sí se está extendiendo entre las iglesias pentecostales y de los adventistas del séptimo día, que tratan de propagar que el creacionismo se enseñe en las escuelas. Es ignorancia.
-¿Y usted cuál cree que puede ser el límite de la evolución?
-No tiene por qué haber un límite, ni lo habrá, a no ser que la vida se destruya a sí misma, porque la evolución siempre continúa. Ahora que adónde vayamos o si vamos a cambiar biológicamente de manera importante, ¿quién lo sabe?
-¿Qué pesa más, la evolución biológica o la cultural?
-Sí se puede decir que la evolución biológica para los humanos es mucho menos importante que la evolución cultural. Ahora nos adaptamos cambiando el ambiente de acuerdo con las necesidades de nuestros genes, ya no evolucionamos cambiando nuestros genes con arreglo a las necesidades del ambiente. Un ejemplo: seguimos siendo animales tropicales. Necesitamos una temperatura media de 23-25 grados para poder funcionar fisiológicamente, aunque los humanos viven en Alaska o en Siberia. Pero no porque hayan cambiado fisiológicamente y sus genes les permitan vivir a esas temperaturas, sino porque poniéndonos ropa cambiamos el ambiente para adaptarnos a nuestros genes. La evolución por medio de los cambios culturales es mucho más rápida. La biológica ocurre a escala de miles y miles de generaciones, mientras que la cultural ocurre en una escala de años. ¿Que adónde vamos a ir culturalmente? Tampoco lo sé.