Esta deforestación es parecida a la que secó árboles hace 20 años y afecta a todo el norte de la Península

X. L. REDACCIÓN/LA VOZ.

SOCIEDAD

25 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El problema de los alisos no es nuevo. El Servicio de Protección contra Agentes Nocivos, del Ministerio de Medio Ambiente, lo conoce desde hace años. En 1990 ya hubo un fenómeno parecido y en el 2009 fue grave en Asturias, más en sus alisedas de monte que en las ribereñas. Vicente Fernández, de la organización ecologista Coto do Frade, en O Ribeiro, dice que está en todo el norte peninsular: «Estiven hai pouco no río Sella, e alí nótase moito. No Avia temos tódolos ameneiros mortos desde Leiro ata a desembocadura».

Presentaron denuncia ante la UE, que la admitió a trámite, algo poco habitual. Los ecologistas sospechaban del hongo y del secado del Avia: «Nalgúns sitios o nivel baixou 6 metros. Os ameneiros teñen raíces moi superficiais e nós sondamos ata 2,5 metros sen atopar humidade. En cinco meses a presa de Albarellos non soltou gota». El estrés hídrico afecta también a la muerte de cientos de miles de alcornoques y encinas en el sur de España, liquidados por la Phytophthora cinnamomi.

Hongos en bosques gallegos

En el último año reconoce un empeoramiento general de la salud forestal, más acusado en las frondosas que en las coníferas, en las que el «los problemas del decaimiento relacionados con la sequía son más patentes». Al parecer, la acción de los hongos, defoliadores o de los que colapsan los vasos por donde circula la savia, genera cada vez más daños.

Al problema de la Phytophthora alni se une en Galicia la aparición de corros de pies muertos por el hongo Armillaria mellea en bosques de pinos del sur de Pontevedra. Otro hongo más clásico, el oidio (Microsphaera alphitoides) sigue atacando las masas de carballos, mientras que en bosques de eucaliptos, como los de Viveiro, se detectaron defoliaciones causadas por el hongo Harknessia sp. La presencia de patógeno de este tipo, Cytospora eucalypticola, es más acusada en Pontevedra y A Coruña, sobre todo en masas costeras de Noia, Montes da Ruña (Muros), Serra do Barbanza (Boiro) y Vilagarcía.