Pedro Arrojo: «Los ríos no pueden ser tratados como simples canales de H20»
SOCIEDAD
El ex presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua aboga por la implantación de un modelo tarifario que incentive el ahorro y la responsabilidad ciudadana.
24 sep 2010 . Actualizado a las 15:46 h.«Hay que pasar de hacer políticas de agua, a políticas de río, de la gestión de un recurso, a la gestión fluvial, de ecosistemas». Pedro Arrojo, profesor de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza y ex presidente de la Fundación para una Nueva Cultura del Agua, lleva defendiendo desde principios de los 90 un cambio profundo en la gestión del agua que asuma el principio ético de la sustentabilidad. Su mensaje será presentado hoy en la Conferencia da Auga que el organismo autónomo Augas de Galicia organiza en A Coruña.
-¿Hace falta un cambio profundo en la gestión del agua?
-Es necesario pasar de la gestión del recurso a la gestión del ecosistema, porque un río no es un simple canal de H2O. Nuestros ríos no pueden seguir siendo tratados como canales o almacenes de H20, sino como ecosistemas vivos. Y esta filosofía, que es la que nosotros defendemos desde hace años, es la que recoge la Directiva Marco del Agua, que se implantó en el 2000, pero cuya aplicación no culminará hasta el 2015.
-¿Y que queda esperar para el 2015?
-El 2015 está a la vuelta de la esquina y el objetivo es recuperar el buen estado ecológico de los ríos y los humedales. Pero recuperar un buen estado ecológico no implica solo tener aguas puras y transparentes, de buena calidad química, sino recuperar también el estado biológico del ecosistema. En los ríos tienen que seguir viviendo los mismos animales que había antes.
-¿Y si no se hace?
-Significaría que estamos matando a la gallina de los huevos de oro, matar el futuro. Es como cortar el bosque a matarrasa.
-Pero la directiva del agua supondrá que el ciudadano tendrá que pagar más en su factura por el servicio.
-Lo que hay que hacer es informar bien al ciudadano del servicio que está recibiendo. Y yo soy partidario de un coste por bloques crecientes. Hay que promover un modelo tarifario que incentive el ahorro y la responsabilidad ciudadana.
-¿Cómo?
-Por ejemplo, los primeros 30 primeros litros por persona y día deberían ser gratuitos, por lo menos para los pobres. Sería el escalafón de agua-vida como derecho humano. Los 100 litros siguientes, que es un consumo normal, deberían costar lo que a la comunidad le cuesta llevar el agua a cada cual. En el tercer escalón y sobre todo en el cuarto, probablemente dedicado a jardines y piscinas (siempre que no haya crisis de sequía), debería multiplicarse incluso por cinco el coste del servicio. De esta manera, quienes más consumen contribuirían a financiar lo que otros no pueden pagar: un servicio público de excelencia y de acceso universal.
-¿Quizás el problema sea que no se valora el agua en su justa medida, especialmente en comunidades como Galicia, donde el recurso no escasea?
-En Galicia hay mucha agua, no hay problemas de cantidad, pero sí de calidad.
-¿Podría explicarse?
-Antes había en Galicia miles de fuentes donde se podía beber un agua excepcional, pero ahora en esas fuentes hay un cartelito que te dice que esa agua no se puede beber. Y esto ha pasado también en muchos otros sitios. ¿Y qué hacemos ahora? Pues compramos agua embotellada que se paga a 1.000 euros metro cúbico, mientras que el agua de grifo se paga a un euro. ¡Fíjate que falta de conciencia!: hemos permitido que el agua cristalina, que venía de la naturaleza, nos la contaminen, y no protestamos por ello. Pero, en cambio, estamos dispuestos a pagar el agua embotellada a 1.000 euros metro cúbico. Hay que recuperar la calidad del agua de la naturaleza, pero no solo eso, sino también los valores asociados a ella: naturaleza, paisaje, disfrute, baños, pesca.