Este año el agua está helada

Ángel Palmou REDACCIÓN/LA VOZ.

FERROL CIUDAD

La temperatura en algunos puntos del litoral ha caído más de dos grados con respecto al verano pasado

10 ago 2010 . Actualizado a las 18:04 h.

El verano es época de vivos debates en las playas. El precio del aperitivo, la afluencia de visitantes y el calor son algunos de los temas que rápidamente generan división entre los partidarios del «este año más» y los que opinan que cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero si en algo parece haber acuerdo esta temporada es en el hecho de que el agua de nuestras costas está más fría que en veranos precedentes. Este dictamen térmico se ha convertido en un comentario muy extendido por las playas -en la ferrolana de Doniños ayer centraba muchas conversaciones- y en este caso la percepción está refrendada, además, por los datos.

Así lo confirmaron ayer desde MeteoGalicia tras consultar los registros de las boyas instaladas en cuatro puntos de la costa gallega para analizar la temperatura, ambiental y del agua, la salinidad y la dirección del viento, entre otras variables.

La ubicada en Cortegada (Vilagarcía) refleja que durante el mes de julio la temperatura media de la superficie del mar en esa zona fue de 17,6 grados, lo que supone un descenso de más de dos con respecto a los 19,9 registrados en el mismo período del 2009.

Además, agosto ha arrancado con diferencias aún más acusadas, puesto que de los 19,05 grados de media del año pasado se ha pasado a solo 15,8. Estas cifras son también sensiblemente inferiores a los 18,3 grados de julio del 2008 y a los 20,66 del inicio de agosto de ese mismo año. Las diferencias se repiten también en los registros de la boya instalada en uno de los pilares del puente de Rande (Redondela).

Santiago Salsón, coordinador del Área de Observación y Climatología de MeteoGalicia, explica que el principal motivo de los cambios de temperatura en las aguas que bañan las playas de Galicia es el viento del nordeste y achaca el descenso de este verano a la persistencia de estas corrientes de aire en las últimas semanas. Según explica, el nordeste desplaza las aguas cálidas superficiales «lo que provoca el afloramiento de las que se encuentran en las profundidades, que están más frías», y, consiguientemente, la caída de las temperaturas.