Inaugurado en Barcelona el sincrotrón Alba, la mayor infraestructura científica construida jamás en España

Cristian Reino

SOCIEDAD

Permite crear una luz muy intensa para poder observar fenómenos microscópicos con una precisión excepcional.

23 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El sincrotrón Alba, la mayor infraestructura científica jamás construida en España, dio ayer sus primeros pasos en Cerdanyola del Vallés (Barcelona). Se trata de una estructura con forma de anillo de grandes dimensiones, en el interior del cual circulan electrones a una velocidad prácticamente igual a la de la luz, lo que permite crear una luz muy intensa (un billón de veces más potente que los convencionales rayos X), para poder observar fenómenos microscópicos con una precisión excepcional. En esencia, funciona como un microscopio gigante. De hecho, su importancia para la investigación actual es equiparable a la que supuso la invención del microscopio para la ciencia, según señalaron sus responsables durante la inauguración.

«Se trata de crear luz a partir de un generador del partículas», afirmó el director del proyecto, Joan Bordas. «Esta luz, añadió, tiene unas cualidades muy especiales, tiene todos los colores y nos permite ver casi todo». «El acelerador es una herramienta para hacer investigación competitiva en casi todas las disciplinas; de momento partimos de siete líneas de investigación y la infraestructura está capacitada para acoger 33», remató.

Algunas de las aplicaciones que este equipamiento hará posibles son el estudio de las estructuras biológicas y las proteínas; el análisis de virus y bacterias; la creación de nuevos fármacos; el desarrollo de terapias médicas; el diseño de objetos nanoscópicos (como implantes quirúrgicos); el avance en nuevos materiales para la industria o el estudio de la autenticidad de restos históricos y obras de arte. Según Bordas, actualmente existen 49 instalaciones de luz sincrotrón en el mundo que sean comparables con Alba, de las cuales 16 están en Europa. Ocupa 6,5 hectáreas, pero la parte central es un edificio en forma de caracol de 140 metros de diámetro, donde se ubica el acelerador de partículas.

Su inversión supera los 200 millones de euros, sufragados a partes iguales por el Ejecutivo central y la Generalitat.