Treinta mil investigadores alertan de que la ciencia «se puede colapsar»

SOCIEDAD

Denuncian la reducción del presupuesto y que el pasado año se dejaron de gastar 1.500 millones ya aprobados

12 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

«El panorama es descorazonador para la ciencia, que en este momento se enfrenta a una drástica reducción de sus recursos y a una propuesta de ley que no aporta soluciones a sus verdaderos problemas». El diagnóstico parte de Joan Guinovart, el presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce), que agrupa a más de 30.000 científicos y que ayer presentó sus informes sobre el presupuesto de este año dedicado a I+D y sobre el anteproyecto de la Ley de Ciencia. Ni uno ni otra se libran de las iras de la comunidad científica española.

Para empezar, los recursos destinados a investigación en el 2010 sufren un recorte del 4,1% con respecto al año anterior, que ya de por sí eran restrictivos, lo que supone un alejamiento «por segundo año consecutivo» del compromiso del Gobierno de incrementar las partidas para esta área en un 16% anual. No solo no aumentan, sino que menguan, especialmente en el apartado dedicado a los recursos no financieros destinados a I+D (los que llegan a los científicos en forma de ayudas, subvenciones y becas), en los que la reducción alcanza el 14,46%. O, dicho de otro modo, son un 6% más bajos que las partidas destinadas a este concepto en el 2007.

Existe otro dato para la reflexión. El Ministerio de Ciencia e Innovación dejó sin gastar el pasado año el 22% del presupuesto que tenía asignado, lo que equivale a dejar escapar 1.500 millones. El grado de ejecución presupuestario de este departamento es del 77%, cuando en los demás aumenta en torno un 95%. José Molero, uno de los miembros de la comisión que ha analizado los presupuestos, es contundente: el sistema español de ciencia y tecnología podría sobrevivir un año más con esta esta situación, pero de mantenerse la tendencia «se puede colapsar» en el 2011 o en el 2012.

El informe constata que este año «continúa el aumento del peso de las operaciones financieras para I+D -los préstamos reembolsables- frente a los recursos no financieros, de los que depende mayoritariamente la comunidad científica». También este ejercicio, «por primera vez en muchos años», la tijera presupuestaria ha afectado tanto a la investigación militar (-19%) como a la civil (-14,5%). «Es un presupuesto maquillado y, aún así, baja con respecto al 2009», dice el presidente de la confederación.

La crítica no es menor en lo que se refiere al borrador de la Ley de Ciencia. «Falta una apuesta prioritaria por la calidad, la internacionalización y la competitividad», asegura Joan Guinovart. La comisión que ha estudiado el proyecto destaca que «la actual propuesta tiene enormes carencias y, o bien no plantea los problemas de la ciencia o lo hace a un nivel de generalidad inaceptable». Sobre este aspecto incide en que la normativa «no va a servir para darle a la ciencia española la competitividad global que requiere, por eso creemos que su aprobación con el contenido actual no es conveniente».

La confederación de científicos entiende que la futura ley, cuyo anteproyecto aprobará hoy el Consejo de Ministros, no responde a los problemas fundamentales de la ciencia española: buscar un camino de excelencia en un sistema de investigación que aún no es lo suficientemente competitivo, adaptar la legislación a las comunidades autónomas, ampliar la flexibilidad para la contratación, movilidad e inserción de profesionales de prestigio y mejorar el contacto profesional con el sector privado, la industria y la sociedad.

Para Juan Luis Vázquez, el presidente de la comisión que estudio el borrador, la propuesta se queda en «una simple reorganización administrativa, más que en un proyecto de reforma a largo plazo con objetivos claros y ambiciosos. La asociación también pide un compromiso estable de financiación de la ciencia.