El hermano del Papa dice no saber nada de los abusos sexuales en el coro que dirigía

Enrique Müller

SOCIEDAD

Georg Ratzinger, de 86 años, admite públicamente haber abofeteado en numerosas ocasiones a los niños que no eran «disciplinados» en el arte musical.

09 mar 2010 . Actualizado a las 23:16 h.

Georg Ratzinger, el hermano mayor del papa Benedicto XVI, se jubiló como director del famoso coro de niños cantores de Ratisbona en 1994. Pero este martes el religioso, de 86 años, admitió un pecado que cometió cuando estaba al frente del célebre grupo.

En una rara entrevista concedida al periódico regional Passauer Neue Presse, el religioso admitió haber abofeteado en numerosas ocasiones a los niños que no eran «disciplinados» en el arte musical.

Georg Ratzinger volvió a insistir en que nunca había estado informado de los delitos de abusos sexuales cometidos en el internado del coro y que se alargaron hasta 1973. «El problema de los abusos nunca fue abordado y nunca se habló de ese tipo de asuntos», dijo Ratzinger.

El hermano del Papa también reveló en la entrevista que el director del internado acostumbraba infligir duros castigos corporales a los alumnos y admitió que muchos niños le habían contado, durante las giras que realizaba el coro, los malos tratos que recibían, pero que nunca le habían sugerido que era necesario hacer algo en contra.

«Si hubiera sabido de la violencia exagerada con la que actuaba, hubiera dicho algo. Pido perdón a las víctimas», dijo el prelado, quien dijo sentirse feliz cuando los castigos corporales en las escuelas fueron prohibidos en 1980. Con respecto a los abusos sexuales y a la violencia en la educación, el hermano del Papa dijo que la Iglesia no había sido la única que se había callado. «La sociedad hizo lo mismo», dijo Ratzinger al periódico.

Las declaraciones del hermano del Papa fueron cuestionadas por el compositor Franz Wittenbrink, que fue alumno del internado del coro de Ratisbona hasta 1967. El músico dijo que todos los alumnos sabían lo que estaba pasando en el establecimiento educativo. «No me puedo explicar cómo el hermano del Papa no estaba al corriente», dijo el músico.

Otro de los escándalos que ha sacudido a la Iglesia católica de Baviera es el de la Abadia de Ettal, donde el célebre internado benedictino fue escenario de abusos que podrían calificarse casi de torturas sexuales. La abadía depende de la diócesis de Munich y Friesing, donde Joseph Ratzinger fue arzobispo entre los años 1977 y 1982.

«La cuestión es saber si él estaba al corriente de lo que sucedía en Ettal y cómo reaccionó, si es que reaccionó», dijo Christian Weisner, portavoz del influyente movimiento laico Nosotros somos la Iglesia. «Fueron años en que se produjeron numerosos casos de abusos sexuales en Ettal».

El escándalo de abusos sexuales en los colegios católicos adquirió una inédita dimensión política cuando la ministra de Justicia, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, denunció que el Vaticano era responsable de dificultar las investigaciones sobre los abusos sexuales. En muchos establecimientos hay una especie de muro de silencio», dijo la ministra, al recordar la existencia de una directiva de la Congregación para la doctrina de la Fe fechada en 2001, que sometía los casos más graves al secreto pontifical. El autor de la directiva fue el cardenal Joseph Ratzinger, en aquella época prefecto de la Congregación.