«Obviamente, a vocación non abonda»

La Voz

SOCIEDAD

27 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

José Álvarez Castro cumplirá este año los 40 y trabaja como investigador del programa Parga Pondal en el departamento de Genética del campus de Lugo de la Universidade de Santiago. Aún le quedan tres años de contrato y luego un futuro incierto en Galicia, pese a que trabajó como investigador en Múnich, Florida y Uppsala (Suecia) y ahora realiza una estancia profesional en el Instituto Roslind de Escocia, el mismo donde se clonó a la oveja Dolly. «Non vexo problemas no meu futuro laboral -apunta- sempre que non me queira restrinxir a traballar nuha área xeográfica completa do globo». Y si elige su tierra se encontraría con ese problema. «En Galiza -dice- non podo contar con estabilidade, en concreto non podo contar con que terei estabilidade ao rematar o meu contrato Parga Pondal». Castro admite que para ser investigador es precisa una fuerte vocación, pero cree que por sí sola no es suficiente: hace falta una mayor perspectiva de futuro. «Obviamente -señala- a vocación non abonda, non sendo que un conte con apoio familiar indefinido ou que se viva de rendas». E insiste en la necesidad de que se desarrolle una carrera investigadora bien definida que no deje en el paro, «algo que está a pasar», a investigadores que dejan su plaza fija en el extranjero para acogerse a un programa como el Parga Pondal y que culminan superando todas las evaluaciones.