Las autoridades chilenas detectaron y controlaron un brote de gripe A en pavos en dos granjas de la región de Valparaíso, hecho que se dispone a comunicar a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) detectó el virus después de que el pasado 13 de agosto la empresa productora de pavos Sopraval comunicara a ese organismo estatal la caída de producción de huevos en dos granjas en esa región central, cercana a Santiago.
El SAG estableció la cuarentena predial, aumentó la seguridad de las personas en esos recintos y fijó controles de movimiento de las aves y pruebas de laboratorios para evitar la difusión de la enfermedad, entre otras medidas de precaución.
Los pavos fueron contagiados por humanos y no existe una mutación del virus, explicó la subsecretaria de Salud, Jeanette Vega.
«Lo que ocurre en este caso es que nosotros, los seres humanos, infectamos al pavo o a algunos pavos. Los virus que tienen los pavos es el virus humano; no hay mutación», explicó Vega a Radio Cooperativa.
Añadió que van a poner en cuarentena a los animales, «como lo señaló el SAG, extremar las medidas con las personas que tuvieron contacto con los pavos para evitar el contagio, pero no hay riesgo de comer la carne de pavo e infectarse».
El Servicio Agrícola Ganadero (SAG) informó la noche del jueves que había detectado el contagio de gripe porcina en dos granjas de pavos del puerto de Valparaíso, a 120 km al oeste de Santiago.
«Esta tarde (jueves) se identificó que el virus presente correspondía al subtipo A/H1N1 2009, lo que está siendo comunicado a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE)», dijo un comunicado del SAG.
El SAG, por su parte, afirmó que «no existe evidencia de la enfermedad en el resto del territorio».
El ministerio de Salud informó el miércoles de 116 casos mortales en humanos por gripe porcina y más de 12.000 contagiados por la enfermedad, que en Chile ya está en descenso.