Los expertos proponen una vacunación masiva

SOCIEDAD

La segunda oleada de la gripe A(H1N1), que podría ser más agresiva, llegará en otoño

05 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La gripe A(H1N1) afecta ya a más de veinte países y amenaza con propagarse rápidamente, pero lo que ha llegado es solo una primera incursión. Y, de momento, bastante benigna. Cómo será la siguiente, si más virulenta o incluso menos, nadie lo sabe, ya que todos los expertos coinciden en utilizar la misma palabra para definir el virus: es absolutamente impredecible. Pero de lo que muy pocos dudan es de que regresará en una segunda oleada, en aproximadamente cinco o seis meses, con su material genético modificado. Lo que los especialistas habían avanzado lo acaba de confirmar la OMS, que advirtió ayer que muy probablemente habrá una segunda oleada de contagios.

«Hasta ahora, los casos de gripe A que se han dado, al menos en España y Galicia, son muy poco agresivos, pero el virus puede modificarse. En la epidemia anterior por H1N1, que fue la de la gripe española de 1918, hubo tres ondas epidémicas y las dos posteriores fueron más agresivas», constata Vicente Domínguez, jefe del servicio de medicina preventiva y salud pública del Complejo Hospitalario Universitario A Coruña. El mismo ejemplo utiliza Juan José Badiola, director del Centro de Referencia de Enfermedades Emergentes, para corroborar que «la segunda oleada fue la más virulenta».

La directora general de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan, también alertó ayer sobre la posibilidad de que el segundo brote pueda ser más importante que el primero, aunque con matices. «Esperemos ?-dijo- que el virus vaya perdiendo fuerza, porque, si no es así, nos enfrentaremos a un nuevo brote importante».

Pero que en el pasado hubiera ocurrido que la mutación del virus lo convirtiera en más agresivo no significa, sin embargo, que vaya a suceder lo mismo en el futuro, aunque todo parece indicar que así será. «Este es un bicho que no es siempre el mismo, sino que va mutando, y es impredecible decir por dónde va a tirar, porque puede ser más o menos patogénico», resume Vicente Rubio Zamora, director del Instituto de Biomedicina de Valencia (CSIC), para valorar lo difícil que puede resultar hacer un pronóstico ante una cepa totalmente nueva.

Escenario a corto plazo

Qué va a ocurrir a corto plazo es algo que los expertos tampoco se atreven a decir con certeza, aunque sí intuyen un escenario probable. Así, es muy posible que esta primera fase continúe con una rápida propagación de la enfermedad, tanto en el número de afectados como en la extensión territorial del virus, pese a que en el hemisferio norte la llegada del verano, con más horas de luz y mayores temperaturas, la progresión de la cepa se ralentiza. «Existe un reservorio importante de afectados, con lo que seguirán los contagios», vaticina Vicente Rubio. Pero la rápida progresión actual podría detenerse en aproximadamente un mes o incluso menos, momento en el que alcanzará su pico, para luego estabilizarse y registrar posteriormente un descenso significativo. Tras esta fase de calma, en otoño o invierno llegará la segunda oleada. Este, al menos, es el escenario previsto para los países del hemisferio norte.

Teóricamente existe tiempo más que suficiente para la fabricación de una vacuna. «Cuando llegue la segunda oleada estaremos preparados con una vacuna barata y universal. La vacuna es nuestra gran esperanza para cambiar el curso de la enfermedad, y necesitaremos una vacunación masiva, porque ante este virus la población de riesgo somos todos, y solo así se podrá contener la cadena de transmisión», explica Rubio Zamora.

La complejidad, sin embargo, llegará por el amplio número de vacunas que será necesario fabricar para poder abastecer a toda la población mundial.

«El problema que se plantea -apunta Vicente Domínguez- es el de la capacidad de producción. Estamos ante un virus nuevo para el que el ser humano no tiene ninguna inmunidad, por lo que es muy probable que sean necesarias dos dosis por persona, la segunda después de la primera». Al igual que apuntan otros expertos, el jefe de servicio del Chuac aboga por que en la vacunación se tenga en cuenta también a los jóvenes y adultos sanos, que para la gripe estacional no suponen una población de riesgo.