Los astronautas americanos de la Estación Internacional no permiten a los rusos utilizar su nuevo retrete
SOCIEDAD
«Lo que está ocurriendo tiene efectos muy negativos sobre nuestro trabajo», confesó, poco antes de su viaje al espacio, el astronauta ruso Gennady Padalka en declaraciones al diario ruso Novaya Gazeta. Padalka partió esta semana rumbo a una nueva misión en la Estación Espacial Internacional (EEI), donde las relaciones entre los cosmonautas de las distintas agencias espaciales, la rusa y la estadounidense, no pasan por su mejor momento.
Al parecer, los rusos se quejan de que los astronautas americanos nos les permiten utilizar el retrete que la NASA instaló hace apenas unos meses en la Estación, y tampoco les dejan ejercitarse en la bicicleta estática de la que disponen.
Padalka, que ocupará el puesto de comandante de la EEI, explicó que la agencia espacial rusa decidió hace unos años cobrar a otras agencias espaciales por los recursos utilizados por sus cosmonautas. Desde entonces las relaciones en la estación se han vuelto tensas. Aunque Padalka asegura que los astronautas están «por encima de estas peleas entre las autoridades de nuestros respectivos países». «Somos personas adultas, bien educadas y con modales, y sabemos usar nuestro cerebro para mantener relaciones cordiales con nuestros compañeros», insiste Padalka.
Sin embargo, el comandante ruso ya ha advertido que los americanos han rechazado las peticiones de los rusos de utilizar la bicicleta estática a bordo de la estación espacial.
Además, lo que Padalka considera especialmente ofensivo es que los norteamericanos han decretado que los rusos solo puedan usar su viejo modelo de retrete, mientras que los estadounidenses tienen derecho exclusivo al nuevo váter que han instalado, mucho más cómodo y lujoso.