Venta ilegal a menores, riesgo de perder dedos por una manipulación incorrecta, contaminación acústica... La llegada del carnaval alerta a autoridades y ciudadanos sobre los problemas que acarrean los petardos. El del exceso de ruido no es menor. Quienes los tiran, en general jóvenes, unen a veces varias mechas para conseguir detonaciones muy violentas que están prohibidas.
No todos los concellos gallegos regulan la contaminación acústica mediante ordenanzas municipales, y menos por petardos. Los que no lo hacen se rigen por la ordenanza tipo de la Consellería de Medio Ambiente, aprobada por decreto en el 2002. En ella se recogen respectivamente como falta leve, grave y muy grave la superación hasta 5, más de 5 y 15 decibelios de los valores límite de ruido admitidos, sea cual sea la fuente. Y esto puede acarrear multas desde los 60,10 euros de los casos más leves hasta los 60.000 de los más graves (excepcionales).
Según esto, el ruido de los petardos puede ser motivo de sanción, pero policía y concellos se dan de bruces con la realidad cuando quieren ir por este camino. «El tema del ruido es competencia municipal, pero la cuestión es cómo se mide eso. Es muy difícil acreditarlo», explica Pablo Lago, responsable de Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil.
Por eso la actuación municipal se orienta más al control de la venta ilegal a jóvenes y al empleo en determinadas zonas. El Concello de Lugo, por ejemplo, prohíbe el uso de los productos pirotécnicos en vías y espacios públicos para evitar que se moleste a los vecinos. Cuando los que transgreden la norma son menores, la policía se limita a requisar el material.
Menores de 8 años
Este carnaval será el último en que los niños de 8 a 11 años podrán tirar petardos. Un decreto del 2007 modificó el Reglamento de Explosivos de 1998 y elevó la edad mínima para la tenencia de artefactos pirotécnicos a 12 años. Hasta entonces era de 8. Pero tras la aparición del decreto, el Ministerio de la Presidencia aprobó una moratoria (BOE 10/3/07) hasta que se realice la trasposición a la normativa europea, ya con los 12 años como edad mínima. La fecha límite es el 4 de enero del 2010.
El subdelegado del Gobierno en Galicia, José Manuel Pose Mesura, se hizo eco de la advertencia de la Guardia Civil sobre la venta ilegal de petardos a menores, recogida ayer por La Voz, y apeló a «la responsabilidad de los padres» para que no permitan que sus hijos compren petardos peligrosos e ilegales.