La hierba de la Pampa invade ya 21 zonas protegidas de la costa gallega

SOCIEDAD

La planta, que desplaza a las especies autóctonas, fue introducida como ornamento de la autopista AP-9

05 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

De Valdoviño a las Gándaras de Budiño (Porriño), de O Grove a Ortigueira, de Tui a Ribadeo. El cerco se ha completado. Bajo el cebo de su bello penacho, la gran mayoría de los espacios naturales protegidos de la costa gallega han caído en la trampa de la cortadera o hierba de la Pampa, una feroz planta invasora que coloniza todo a su paso y deja sin espacio vital a las especies autóctonas. La Cortadeira selloana empezó a extenderse de forma masiva tras su utilización como planta ornamental en las medianas de las autopistas y autovías gallegas, primero en la que gestiona Audasa entre A Coruña y Ferrol, para convertirse en una plaga que trae de cabeza a las autoridades ambientales y cuya erradicación supondrá un importante desembolso para las arcas públicas.

La Consellería de Medio Ambiente, que ya ha llevado a cabo actuaciones puntuales para la eliminación de la especie en Valdoviño, Baixo-Miño, Gándaras de Budiño y O Grove, recibió ayer mismo el estudio para planificar las actuaciones de erradicación de la pluma de Santa Teresa en los espacios naturales protegidos de la costa gallega.

Prioridades

El diagnóstico apenas ofrece dudas de la gravedad del problema: se han localizado 2.164 plumeros repartidos en 619 puntos correspondientes a 21 espacios naturales protegidos. Prácticamente sólo el río Landro se ha librado de la cortadera, aunque su presencia tampoco es habitual en el parque natural de Corrubedo. En cambio, la planta invasora se ha extendido con gran facilidad en el complejo intermareal Umia-O Grove, en la costa de Dexo y la ártabra y en Ortigueira-Mera.

A la vista de estos datos, Medio Ambiente establecerá un orden de prioridades sobre las zonas en las que actuará en primer lugar para eliminar la cortadera y concretar, en cada caso, cuál es el medio de eliminación más adecuado. En principio, la opción más probable que se plantea es arrancar las plantas de raíz con grúas, aunque también está sobre la mesa la posibilidad de emplear herbicidas. La intervención, que se llevará a cabo de forma planificada y sostenida en el tiempo, comenzará el próximo año.

«Ahora ya tenemos información sobre cuál es el problema y vamos a establecer prioridades. Va a suponer un trabajo que nos requerirá una inversión muy fuerte que aún no hemos evaluado, pero será bastante dinero, porque tendremos que hacer también un seguimiento en el tiempo para comprobar que la zona no se va a recolonizar. Va a suponer un esfuerzo continuado», explica Jesús Santamarina, jefe del Servicio de Conservación da Natureza de la Consellería de Medio Ambiente.