El abandono del tratamiento antes de tiempo es otro de los errores que se cometen como pacientes.
18 nov 2008 . Actualizado a las 14:18 h.El cuarenta por ciento de los españoles utiliza antibióticos de manera incorrecta y el treinta por ciento abandona el tratamiento antes de tiempo, una práctica que en los últimos años ha ocasionado una mayor resistencia a estos medicamentos, utilizados cada día por dos de cada cien gallegos.
Estos son datos que han sido aportados hoy por el médico adjunto del servicio de enfermedades infecciosas del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), Pedro Linares, que ofreció una rueda de prensa, con motivo del Día Europeo para el Uso Prudente de Antibióticos, que se celebra mañana.
Linares subrayó que de este 40% que utiliza estos fármacos de manera inadecuada, el cuarenta por ciento lo hace para atajar dolencias como catarros.
Este uso inadecuado de los antibióticos está provocando que algunas infecciones se hagan resistentes a este fármaco, lo que desemboca en que algunos de ellos ya no curen a determinados pacientes, que necesitan una nueva medicación, aspecto que puede llegar a ser «muy problemático» porque está previsto que no haya nuevos antibióticos hasta dentro de seis años, explicó.
Los antibióticos son «uno de los grupos de medicamentos más efectivos de los que disponemos», recordó Linares, tras insistir en la necesidad de su buen uso, para evitar efectos secundarios y resistencias a determinados microorganismos.
El abandono del tratamiento antes de tiempo es otro de los errores que se cometen como pacientes, en concreto es algo que hace el 30% de los españoles, que guarda el medicamento en su casa, lo que facilita la automedicación.
Durante la rueda de prensa, Linares recordó que España es, junto con el resto de las naciones bañadas por el Mediterráneo, el país europeo en el que más antibióticos se consumen, ya que nueve de cada diez habitantes los toma al menos una vez al año y el 17% acude al médico pidiendo un antibiótico concreto.
En el caso de Galicia, el noventa por ciento de los antibióticos consumidos son en atención primaria, y el diez por ciento restante en la hospital.