El buque oceanográfico Hespérides explorará durante las dos próximas semanas, con sus dragas, entre Ferrol y Fisterra, algunas de las zonas más profundas de la costa gallega, para intentar sacar a la luz la biodiversidad de unos ecosistemas que hasta el día de hoy permanecen envueltos en preguntas sin respuesta. El barco, que llegará mañana al puerto de A Coruña, de donde zarpará en la madrugada del lunes, llevará a bordo un equipo de 32 científicos, dirigido por el ferrolano Victoriano Urgorri, del que formarán parte investigadores de las universidades de Santiago de Compostela, Vigo, A Coruña, Sevilla y Autónoma de Madrid, así como del Aquarium Finisterrae, del Zoologische Staatssammlung de Múnich y del Deutsches Zentrum für Marina Biodeversitätsforschung de Wilhelmshaven.
Aunque la franja de costa que está previsto estudiar como objetivo preferente es la que se encuentra entre Fisterra y Ferrol, los investigadores señalaban ayer, desde la Estación de Bioloxía Mariña de A Graña, que no descartan incluir en su estudio, «se hai tempo suficiente», varias zonas situadas al sur de la Costa da Morte. La navegación finalizará el día 30 en Vigo.
Los equipos
El segundo jefe de la campaña será un directo colaborador de Victoriano Urgorri, el investigador Guillermo Díaz-Agras. A bordo del Hespérides la actividad será continua, y durante la navegación los científicos trabajarán ininterrumpidamente en turnos de seis horas, repartidos en tres equipos que estarán dirigidos, respectivamente, por los investigadores Juan Moreira, Eva Corral y Antonio Pérez Cribeiro. «Queremos coñecer os fondos máis profundos de Galicia, que ata agora son uns auténticos descoñecidos», repetían ayer los científicos que mañana embarcarán en el buque oceanográfico. «Ata non hai demasiado tempo, practicamente un século e medio -explicaban-, aínda se cría que neses fondos non había vida, que non había nada que vivise neles. Pero hoxe sabemos, en cambio, que están cheos dela; dunha vida tan rica como a que pode haber nas costas».
La investigación de las dragas del Hespérides comenzará en los límites de la plataforma continental, a una profundidad de unos 250 metros, para avanzar después hasta alcanzar los 3.000 metros. «E máis adiante, no futuro -añaden los responsables de la expedición-, temos previsto chegar a alcanzar os 5.000 metros».
Un mundo diferente
Las profundidades marinas, cuentan los responsables del equipo que dirige el profesor Victoriano Urgorri, son un mundo muy diferente al que nuestros ojos están acostumbrados a ver. «A partir dos 200 metros de profundidade -comentan-xa nin sequera hai luz. E despois, conforme segues descendendo, as augas vanse facendo máis frías, e a presión aumenta unha atmósfera cada dez metros. ¡Alí todo está por explorar...!».