Decenas de buitres leonados vuelven a los montes del norte de Galicia

Xavier Lombardero

LUGO CIUDAD

Este verano, las mayores concentraciones se han avistado en las sierras de la Faladoira, Curiscada y A Loba

15 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los buitres leonados y alguno negro que vuela con ellos siguen llegando al norte de A Coruña y Lugo, donde este año han sido vistos en concentraciones de hasta 80 ejemplares. El vuelo de estas grandes aves veleras sobre las sierras del norte, ya desde principios de la primavera hasta el remate del verano, es espectacular y coincide con la mayor presencia de ganado en los montes pues se alimentan de placentas de yeguas y vacas mostrencas que paren en esa época, según ha indicado Jesús Santamarina, jefe del servicio de Biodiversidade de la Consellería de Medio Ambiente. Los cadáveres de ganado y de ungulados silvestres también son dieta principal de estas aves necrófagas allí donde planean, pudiendo llegar a representar las carroñas de reses muertas hasta el 80 o 90% de su alimento.

Las mejores observaciones de buitres en Galicia durante el 2008 las remitió en mayo y junio el ornitólogo Ricardo Hevia a través del foro Galiciaves de la Sociedade Galega de Ornitoloxía. Volaban sobre las sierras la Faladoira, Curiscada y A Loba en concentraciones de 26, 30 u 81 ejemplares.

En la vecina Asturias, los esfuerzos de conservación del buitre leonado desde hace 25 años favorecieron la presencia de estas aves en dos áreas donde se reproducen y viven. En los Picos de Europa hay entre 125 y 150 parejas reproductoras, y en el área central de Proaza y Quirós, colonias con 60 ejemplares y 20 parejas reproductoras, según el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas), que desarrollará un programa para evaluar la posible incidencia que la instalación de parques eólicos (nuevos o en marcha) puede tener sobre estas carroñeras.

El seguimiento de Fapas se realizará sobre diez ejemplares adultos. Ya hizo marcajes en Alicante, para un programa de reintroducción de buitres en Alcoy. Marcarán sus alas en amarillo, sin necesidad de anillamiento. Se capturarán los buitres leonados en comederos de alimentación asistida, instalados por Fapas tras la obligación de la retirada de los cadáveres de animales muertos, a raíz de la crisis de las vacas locas.